Sic et Non

20 de abril de 2012

HABEMUS ALCALDE (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)




El domingo pasado, como si de la plaza de San Pedro se tratara, hubo fumata blanca en San Lázaro.

Ante la inminente caída del ex alcalde Conde Roa, los concejales, cuales cardenales de la Curia romana, se reunieron a instancias de Feijóo en la sede del PP regional para dilucidar el sucesor en la silla de Raxoi.

Durante días, las apuestas se centraban en dos candidatos. La concejala Paula Prado parecía ser la favorita en las quinielas. Era más conocida, con más peso político en el Partido Popular, y en las encuestas parecía ser la favorita también entre la ciudadanía.

Pero contra todo pronóstico, las dificultades por encontrarle sustituta/o en el Parlamento de Galicia, provocaron que el “cónclave de San Roque” eligiera alcalde al nº cuatro en la pasada lista electoral, Ángel Currás. Y henos aquí, sin apenas haber transcurrido un año de los pasados comicios municipales, con un nuevo regidor en Santiago.

El destino tiene este tipo de caprichos, quien menos se espera es aupado al puesto de mando y debe liderar la nave. Una nave que hasta ahora capitaneaba una persona de gran controversia y cuya imagen entre la ciudadanía se desmoronaba.

Tal vez este cambio no le haya venido mal al Partido Popular, pues dentro de tres años, cuando seamos llamados de nuevo a las urnas en Santiago, Conde Roa habrá sido historia.

El problema para el ahora alcalde es que durante la caída de Conde Roa, él se erigió como su máximo defensor, a veces incluso arguyendo motivos espurios. En nada le beneficia pues, esa asociación de su imagen como defensor de Conde Roa. Él mismo dijo: “ha cambiado el capitán, pero no la nave”. Y sin duda la oposición se aprovechará de esto.

No obstante, una cosa es lo que se pregona recién tomado el bastón de mando y de cara a la galería, y otra lo que se piensa. Y hábilmente, Currás ha movido ficha y empieza a inmunizarse contra esa percepción. Su decisión de prescindir de Angel Espadas como director de gabinete, no por esperable, deja de ser inteligente. Es un modo de hacer ver que tiene su propia hoja de ruta para la nave santiaguesa, y que tiene criterio propio para ello.



19 de abril de 2012

La comunicación de Ángel Currás. Nuevo alcalde de Santiago de Compostela





Imagine que asiste a una ponencia de un eminente físico sobre la teoría de la relatividad. Usted no es un gran conocedor de la materia, y aún por encima la retahíla de datos y teorías científicas no ayuda a que comprenda la conferencia.

Días después, aún ávido de conocimiento sobre este tema asiste a otra conferencia impartida por otra autoridad científica. De nuevo datos y más datos, pero este ponente acompaña sus explicaciones con imágenes y objetos, hasta el punto que para explicar la incidencia de la velocidad de la luz, en medio de su intervención hace uso de una pelota de tenis para explicar la relación entre la luz y el tiempo. 

Usted se queda sorprendido, y días después cuando le preguntan si recuerda algo de las dos conferencias, de lo que se va a acordar primero es de la pelota de tenis, y detrás de la pelota vendrán los datos que escuchó mientras veía esa metáfora.

Nuestra memoria es más visual que auditiva, por lo que si un determinado argumento o razonamiento lo reforzamos de un modo visual con un objeto o una imagen lograremos un mayor impacto en la atención de nuestro público.

En este sentido, cabe destacar a nuestro concelleiro del partido Popular Ángel Currás, pues a menudo sabe usar con buen criterio los diferentes recursos externos con los que puede contar en un debate televisivo, en una entrevista o mismo en una rueda de prensa.

Muy efectivo fue el empleo del programa de fiestas del gobierno municipal en un debate, durante el cual y con el programa en la mano, lo fue desgranando haciendo uso de él para evidenciar las debilidades del mismo y reforzar sus argumentos.

Este es un ejemplo sencillo de la seguridad con la que nuestro concelleiro realiza sus intervenciones públicas. Su buen tono de voz, el empleo de figuras y pausas retóricas, su correcta gesticulación, y un contacto visual valiente hacen de Ángel Currás un buen comunicador, sobre todo en debates.

No obstante, debe evitar reiterarse tanto en sus propios argumentos, más que una reafirmación puede parecer por momentos que su situación es a la defensiva. Así mismo el plantear preguntas constantes como recurso retórico puede conllevar el riesgo de que los rivales sepan responderlas.

Por último, un comentario sobre imagen, su decisión de usar tanto traje y corbata como americana sin corbata según el escenario al que acuda me parece correcta. En todo caso, lo que no le favorece es el empleo de camisa y corbata sin más. O una cosa o la otra, pero medias tintas nunca funcionan.

4 de abril de 2012

Jugando al ajedrez (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)




La política  es como una partida de ajedrez en la que los jugadores disponen sus fichas sobre el tablero en orden a un plan más o menos orquestado. Tiene por tanto, al igual que en este clásico juego, mucho de estrategia.

Mi profesión se basa en asesorar sobre la mayor o menor eficacia de dichos movimientos, a eso me dedico. Pero mi vocación, también en esta columna, ha de ser analizar a posteriori o prever las jugadas que en la partida se desarrollan, a eso se dedican los analistas políticos.

Permítanme por tanto, explicar las últimas jugadas que en el peculiar tablero de la política local se han venido sucediendo las últimas semanas. Para ello analicemos las decisiones del chess master local, el alcalde.

Conde Roa, ha vuelto a la carga contra Bugallo y el ex concejal Bernardino Rama con motivo de la reciente sentencia del caso Montebalsa, en la que se condenó a dos técnicos del ayuntamiento. Puede parecer por tanto criticable el hecho de que a estas alturas, se siga con la táctica de hacer oposición a la oposición. Pero no es menos cierto también, que bien dosificada, esta técnica permite reforzar en la ciudadanía la debilidad del rival. El PSOE local no ha reaccionado aún, y ellos mismos le facilitan al alcalde el que apunte siempre al mismo muñeco, a Bugallo.

Las siguientes decisiones tienen que ver con la coherencia, uno de los factores cuyo incumplimiento más se penalizan en política.

Sin duda, es discutible que un alcalde se erija en juez decisor de lo que es cultura y lo que no. Pero eso sería otro debate. Lo que está claro, es que a nadie le ha sorprendido que decidiera la suspensión de la actuación del polémico Leo Bassi. Ha sido algo coherente con su pensamiento y valores, los cuales son vox populi, por lo que habrá agradado a los suyos y molestado a los otros, pero las cosas se quedan como estaban.

No se puede decir lo mismo de otra decisión. Aquí la incoherencia deviene en aparecer un 25 de julio vestido con traje tradicional gallego, y arrogarse por tanto de cierta imaginería galleguista. Y luego decidir no apoyar logísticamente una actividad escolar de apoyo al gallego como el Correlingua. Puede haber mucho votante de centro-galleguista al que no le gusten estas incoherencias.