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25 de septiembre de 2016

Análisis resultado electoral Galicia, 25S 2016




Muchos gallegos estarán esta noche viendo sin sobresalto el escrutinio electoral. Creo que a nadie le ha sorprendido puesto que la campaña ya fue indicando lo que iba a pasar:
El PP Gallego, mejor dicho Feijóo, ha sido muy hábil personalizando la campaña y aprovechando el lío que desde la oposición le servían en bandeja. El contexto político a nivel estatal y la guerra entre la oposición sobre qué partido sería el que lideraría un posible gobierno de cambio, provocó que el marco de decisión de voto del electorado indeciso y Popular se basara en una notoria aversión al riesgo. De manual el uso del efecto ¨bandwagon¨ durante estas dos semanas, y el uso del enmarcado o ¨framing¨ para anular el voto de Ciudadanos, que provocó que ellos, de modo increíble, entraran en él y reforzaran la apelación al voto útil de los Populares. (La candidata de Ciudadanos se hartó de decir que Feijóo ganaría fácilmente! ergo adiós al voto útil, de control al PP, de la formación naranja).
El PSG-PSOE debe hacérselo mirar, ya no solo por la campaña dividida y de boicot interno a su candidato por parte de algunos barones, sino porque su capacidad para elegir lideres anti carismáticos en la última década es digna de estudio. Mal contexto, mala estrategia, mal líder = malos resultados. No hay mucho más que decir cuando las cosas se hacen mal, y además el viento te sopla en contra. Y para más inri, tu competidor te adelanta por la izquierda.
En Marea se auto complacerá diciendo que mejoran resultados, si bien sería un error, ya que aspiraban a más, y la evolución de la campaña fue de pérdida de votos, en vez de una estrategia que sumara. Su candidato no era conocido, pero además el trabajo con su imagen fue claramente erróneo. El claro ejemplo fue que durante el debate pudo haber aprovechado para dar una imagen que generara un efecto halo positivo en torno a su persona, pero no fue así sino todo lo contrario. Le ha salvado que el voto a este partido es claramente a siglas, y anti siglas (PP) en vez de al candidato.
BNG, claro ejemplo de sensación de victoria pese a perder un diputado respecto a 2012, debido a las expectativas, que eran muy bajas. Hay que reconocer que ha sido una campaña trabajada y pensada dentro del paupérrimo contexto en que se encontraba. Muy bien aprovechado el efecto halo generado por su candidata, Ana Pontón, durante el debate. De hecho podemos observar, al igual que con el resto de candidatos, cómo el debate electoral ha parecido tener cierta influencia en la motivación de voto, entre indecisos, si tenemos en cuenta cómo en las encuestas diarias viraron las transferencias de votos entre partidos a raíz de dicho enfrentamiento dialéctico.
Ciudadanos, cómo dije en su momento parece que eligió a la candidata adrede para no hacer pupa al PP. Cualquier conspiranoico podría pensar que ha habido algún tipo de pacto para no dar guerra, porque sino no se explica una estrategia tan poco acertada, sin diferenciación respecto a tu competidor ideológico (Aquí Ciudadanos no se percibe como centro, sino como derecha, y esa debería ser la primera reflexión que deberían adoptar). Es más, comicio tras comicio demuestran una inexorable UPyDización con su veneración al gran líder, Albert Rivera (Como Rosa Díez) y su equivocada interpretación respecto a los símbolos identitarios de esta tierra, tan introducidos incluso en la genética del votante conservador. Deben cambiar de estrategia, método de elección de candidatos, y de asesores de comunicación, porque peor no se puede hacer.

13 de septiembre de 2016

Breve análisis del debate electoral Galicia 2016





Claramente ganadores del debate en Galicia: Feijóo (PP) y Ana Pontón (BNG), la diferencia con respecto al resto ha sido más que evidente. No olvidemos que los cuatro aspirantes de la oposición iban a este debate con la oportunidad de darse a conocer ante la mayoría de los gallegos que apenas les conocían, y de los cuatro solo logró hacerlo, de modo más que solvente, la candidata nacionalista.

Hasta ahora nunca una encuesta posterior a debate me ha quitado la razón, y creo que mañana las encuestas y análisis dirán que:

Feijóo remontó un debate inicial malo, nervioso en la voz, y sin controlar el tiempo. No es fácil ir a un debate contra cuatro, y se notó al inicio. Supo estar más agil, como suele ser habitual en él, en la segunda mitad del debate. En algunos momentos se notó el buen trabajo de su equipo de comunicación. Muy buen final, personal y emotivo, para arreglar el mal sabor de boca inicial, de hecho apenas se notó que miró a la cámara que no era, miró a la de Ana Pontón.

Leiceaga, un ejemplo del típico candidato socialista gallego falto de carisma. Parecía que tenía un collarín, no supo gestionar sus tiempos y se quedaba sin ese preciado elemento en un debate para la réplica. Mal, ir al debate y no saber las reglas del juego, se le vio perdido con los turnos. Cuando te refieres al rival, hay que mirarle a los ojos. Su final, flojo y enlatado. Sus gráficos han sido parodiados en las RRSS.

Ana Pontón, la mejor en forma, ritmo, manos y en el uso del tiempo. Supo manejar los turnos y por momentos parecía la única líder de la oposición. La única que no fue de negro, y la única que en todas las intervenciones miraba a cámara y apenas leyó un papel. Creo que ha sido la sorpresa del debate. No debió haber bajado la mirada al papel en medio de su cierre, pero fue un final emotivo y bien escenificado, pareció natural.

Villares, la sorpresa negativa. Ser magistrado y demostrar tal falta de dominio y corrección dialéctica es muy negativo. No ha hecho más que leer, y además acelerado. Tuvo momentos de buenas réplicas y ataques a Feijóo, pero no ha sabido recrearse con ellos, al no dominar para nada las formas. Mirada perdida al suelo y nerviosa, y un negativo y abusivo tic al estar constantemente colocando los folios del atril, ya que refuerza: 1 que lee y 2, que está nervioso.

Losada, pues que decir. Su elección del uso del castellano en un debate a candidato a presidente/a de la Xunta es un paso más en la increíble UPyDización en la que esta formación lleva inmersa en Galicia. Gran parte del debate parecía que solo leía con un ojo. Mejoró en el último tercio del debate, pero de una periodista se espera una mayor solvencia escénica y dialéctica. Y pasará a la historia cómo la candidata que reconoce en un debate que su adversario ganará unas elecciones. Solo faltó que pidiera el voto para Feijóo.



Considero que éstas son cuestiones evidentes que sin duda habrán influido en el electorado a la hora de percibir mayor o menor carisma por parte de los candidatos. Otra cosa será el voto el 25S.



2 de abril de 2013

Política de altos yates (Publicado en el diario Compostimes el 1 de abril de 2013)




Seguramente a muchos de ustedes les haya ocurrido lo mismo que a mí, cuando observé las ya famosas fotos del presidente de la Xunta de Galicia con un conocido narco en el yate de éste. Y es que fue inevitable que a nuestra mente nos vinieran aquellas imágenes que en la campaña autonómica gallega de hace 5 años nos mostraban al entonces vicepresidente del gobierno bipartito de la Xunta, Anxo Quintana, con un conocido empresario. Y lo que es peor: también en un yate. Parece que este tipo de embarcaciones dan mucho juego en política, puesto que en Francia también hubo una polémica con instantáneas de por medio, del entonces presidente Sarkozy en el yate de un conocido millonario.

La asociación que muchos gallegos hacen entre la foto de Quintana y la de Feijoo no es casual ni mucho menos. Dicha asociación de fotos será una de las claves en toda esta polémica que salpicará la prensa estos días, pero lo será en el plano del apoyo o popularidad que hasta ahora se le reconocía de modo amplio a Feijoo, dentro y fuera de Galicia.

Ya que hemos hecho ese viaje al pasado, sigamos en aquella campaña que fue un paradigma de lo que los politólogos denominamos campañas negativas, y que se basan en imponer como issue central de la campaña un aspecto radicalmente negativo del rival. En este caso fue el despilfarro (las famosas sillas y coches oficiales del presidente Touriño) y la incoherencia de políticos de izquierda veraneando a todo trapo con la burguesía. Ante este despilfarro e incoherencia, emergió como supuesto adalid de la austeridad y la coherencia Alberto Núñez Feijoo.

Toda su imagen durante estos años se ha labrado con esta propuesta única de venta: austeridad y coherencia. Y al margen de que se pudiera discutir la mayor o menor realidad de estos adjetivos, lo cierto es que la sociedad gallega así reconocía a su presidente. Vayamos sino a la más reciente contienda electoral gallega, otro paradigma de campaña, en este caso personalista. Conscientes de que la marca PP no vendía (pues significa recortes, Rajoy, Gürtel…) la campaña pivotó sobre algo que sí vendía: la “marca Feijoo”, el único político gallego que aprobaba en las encuestas. Y contra corriente lograron ganar unas elecciones complicadas para el PP.

Ahora, volvamos al presente. Esta gran imagen atraviesa las fronteras gallegas y se instaura en toda España y hábilmente nuestro presidente decide aprovechar los escándalos de la Gürtel y Luis Bárcenas para postularse como un político crítico, incluso con el proceder de su partido en la gestión de dichos escándalos. Un nuevo elemento se une a la “marca Feijóo”: la integridad.

Hablemos en la jerga del márketing político: tenemos un producto (candidato) que aúna una serie de cualidades (valores) que los consumidores (electores) desean en el mercado, ya que el resto de productos no lo tienen. Así, se activa la maquinaria para dar el salto y vender el producto fuera de Galicia.

Hace unos meses comentaba  en mi blog, cómo el Partido Popular gallego había decidido realizar una campaña de proyección de imagen de Alfonso Rueda como sucesor de Feijoo. Esto presagiaba un aterrizaje del de Os Peares en un hipotético cambio de un gobierno Rajoy quemado por los recortes y los casos de corrupción que empezaban a salpicar a algunos ministros y ministras.

Llegados a este punto debemos preguntarnos: ¿es casualidad que justo ahora salgan a la luz unas comprometedoras fotos, de las que algunos ya habíamos oído hablar? No me cansaré de decir que la política es cómo el ajedrez, los movimientos vienen determinados por una estrategia en algunos casos propia y en otros impuesta. Es obvio que a alguien no le interesaba la fuerza que el presidente de la Xunta estaba logrando con sus críticas a su propio partido.

Pero desde el punto de vista de la estrategia política, lo que interesa no es si quien ha filtrado los fotos es amigo o enemigo, o por qué el diario El País, si es cierto que las tenía de hace años, las usa ahora. Lo que me interesa es saber cómo afectará la asociación de la que les hablaba al principio.

¿Cómo influirá en el electorado gallego, y en la sociedad española, ver al prototipo de la coherencia y la integridad, veraneando y viajando con un conocido narcotraficante? El presidente gallego podrá decir que en aquella época no conocía el perfil delictivo de su compañero, amigo o conocido, podrá por ello defender que no debe dimitir. Pero sin duda, su imagen ha quedado tocada y tal vez su carrera política. Su propuesta de venta política se ha hecho añicos con unas imágenes que irradian incoherencia, y esta se castiga electoralmente.

Porque el juego de las asociaciones es así, si hace años el PP usó las fotos de Quintana para desacreditarle, cualquier defensa que ahora hagan para defender a su presidente resultará incoherente. Y es que ahora la oposición se encargará de eso, de machacar continuamente el mensaje Feijoo = amigo de los narcos, al igual que en su momento ellos usaron el Touriño = despilfarrador.

En esa línea continuista de seguir ofreciendo coherencia, Feijoo ha apostado por dar una rueda de prensa a la mayor brevedad y responder así a las preguntas de los periodistas, algo que precisamente reclamaba a sus compañeros de partido estas últimas semanas. No obstante, viendo algunas de sus respuestas, he de reconocer que ahora entiendo el secreto y el hermetismo de Mariano Rajoy, callado, que sin abrir la boca va sobreviviendo. Y es que ya sabemos que por la boca muere el pez.




11 de diciembre de 2012

¿Comienza ya la sucesión de Feijóo?




Esta mañana, leyendo la prensa diaria, observé una portada de un conocido diario gallego, que me ha hecho pensar si estamos asistiendo a una campaña de imagen de Alfonso Rueda, el más que probable sucesor de Feijoo.

En la foto, imagen de portada de "El Correo Gallego", podemos ver al delfín de la Xunta de Galicia realizando un acto solidario entre fogones. Pocas veces podemos ver una evidente y manifiesta intención de proyección personal de un político, como en el caso que nos ocupa. Ya que si observan, a la derecha de la portada, en su parte inferior, aparece mucho menos destacada una noticia que podría ser más relevante y cuyo sujeto es el actual presidente de la Xunta.

Es curioso que la imagen principal sea un acto irrelevante desde el punto de vista de la gestión pública y del interés ciudadano. Y en cambio, la noticia que podría ser destacable en dichos términos, queda ensombrecida por las virtudes culinarias de un conselleiro.

Esto no es nada nuevo, los que nos dedicamos a la comunicación y estrategia política, somos conocedores de estas acciones, puesto que nos encargamos de diseñarlas y proyectarlas. Pueden pasar inadvertidas de modo consciente para muchos ciudadanos, pero a mi entender, este caso concreto indica que se ha abierto una estrategia de promoción del próximo candidato del PP a la Xunta de Galicia.

Y si lo dudan, les invito a que hagan el sano ejercicio de leer y observar las noticias durante estas semanas y meses. Observarán como cada vez, Alfonso Rueda acapara más presencia mediática, no obstante, no solo se le ha designado vicepresidente de la Xunta para reconocer su labor política, sino también para tener una mejor plataforma de proyección política.

Pero todo esto, hace que nos preguntemos, si ya Rueda se está cocinando en los fogones mediáticos ¿Qué pasará con Feijóo? Es muy probable que en un previsible y próximo cambio del equipo de gobierno Rajoy, Feijóo sea llamado a restituir al cada vez más debilitado ministro Gallardón, el cual ve cómo mes tras mes, su otrora positiva imagen, ahora está cayendo por los suelos.

Y como suelo decir, la estrategia política es como el ajedrez, no hay que ver el movimiento de cada mañana, sino intuir el que está por venir.


26 de octubre de 2012

Breve análisis de las elecciones gallegas





En una columna como esta, dedicada a la política, no debería faltar un sesudo análisis sobre los resultados de las recientes elecciones del 21 de octubre. Podría decirse que eran unos resultados esperados en cuanto a ganadores y perdedores, aunque sí que nos cogió a muchos desprevenidos en cuanto a las cifras concretas de diputados logrados por el PP y AGE.

Pero en vez de explicar a toro pasado lo ocurrido, lo cual siempre es más fácil, me apetece aprovechar este espacio para reflexionar sobre el futuro, concretamente, el porvenir de los cuatro partidos que ahora representarán a todos los gallegos y gallegas en el Parlamento autonómico.

Sin duda, quien lo tendrá más complicado será el BNG. Ha recibido un duro castigo y además, su ahora reducido peso parlamentario provocará su ausencia en un buen número de instituciones con importante peso político. Pero mal harían en explicar como única causa de su pérdida de votos, la irrupción de Beiras.

Más bien se trata de un proceso de pérdida de peso electoral que viene durando muchísimos años, y al que este veterano político vino a poner la puntilla. Tal vez, en esta crisis, emerja una oportunidad para realizar los cambios necesarios que logren recuperar la sintonía con la ciudadanía.

En cuanto a Alternativa Galega de Esquerda, me suscitan dudas cómo será la coexistencia entre los diputados de Anova y de IU, máxime cuando estos últimos han obtenido mucha más representación de la que hubieran logrado de concurrir ellos solos a los comicios gallegos.

Deberán aprovecharse de la arrolladora personalidad de Beiras, como ya han hecho exitosamente en la campaña. Sin duda ensombrecerá al resto de la oposición y se convertirá en el lider de esta. Pero su gran reto, será encontrar un discurso parlamentario propio, que no se sustente solo en la crítica y en la protesta continua.

Los socialistas tampoco lo tienen fácil, el partido está divido, máxime ahora tras la gran derrota electoral, que pone a Pachi Vázquez al pie de los caballos. Su liderazgo está más discutido que nunca, y es lógico, puesto que parte de la culpa la ha tenido su falta de carisma y de proyección entre los gallegos.

Se abre una importante reflexión y preocupa ver en el PSOE discursos exculpatorios, u otros mensajes en los que se dice que se toma nota porque la ciudadanía ha hablado. Pero quienes lo dicen dan la imagen de que están poniendo el paraguas hasta que pase el chaparrón. Resulta curioso ver a personas tan poco capacitadas como Elena Valenciano u Óscar López comandando un barco encallado, cuyo capitán Rubalcaba ya resta más que suma. Decir que no es momento de traslucir críticas suena a escurrida de bulto por parte de los mismos de siempre.

Feijoo ha demostrado una gran habilidad adelantando las elecciones y aprovechando aún más la debilidad y falta de liderazgo en la oposición. Pero deberá advertir, que pese a su cómoda mayoría, esta legislatura tendrá en frente una oposición más débil, pero portavoces más fuertes, Beiras, y un Jorquera con años de experiencia en lides parlamentarias en Madrid.

Los Populares gallegos no debería caer en la auto complacencia tras su exultante victoria. Bien analizados los datos, han perdido voto, especialmente en las grandes ciudades, muchas de ellas además, con alcaldes populares al frente. Y esta pudiera ser la brecha en el fortín que atisbe la herida oposición.

Por último, se podría caer en la tentación, como ya están haciendo desde Génova, de afirmar que estos resultados legitiman la política de recortes del presidente Rajoy. Y nada más lejos de la realidad. Estas elecciones han sido un claro ejemplo, por muy diversos factores, de que se votó en clave gallega. Pero eso sí daría para un sesudo análisis.


1 de octubre de 2012

21-O Elecciones gallegas, ¿Una tragedia griega?





Hay que reconocer que a medida que se aproxima el 21 de octubre, las elecciones gallegas están cogiendo, para sus protagonistas, tintes cada vez más trágicos, dignos del mismísimo Eurípides.

Ya nuestra historia, empezó de modo forzado por la imperiosa situación económica que le ha revestido a la campaña un aura de cierta excepcionalidad y urgencia, que intoxicó no solo a un apurado Feijoo, sino también a una oposición, ávida de proclamar a un candidato, los unos, y de conformar alianzas, los otros. Todo fueron prisas en una, a veces surrealista carrera de obstáculos, puestos por los propios compañeros de filas.

Muchos somos los que pensábamos que, debido a este desnorte de la oposición, todo parecía apuntar a que Feijoo tendría más que serias opciones de revalidar mandato. Es cierto que mucha gente está hastiada con la situación actual, y eso provoca que haya un aumento del voto protesta, pero la cuestión era concretar a dónde iría a parar ese voto protesta si en la oposición no se observaba ni se observa, una alternativa, un proyecto, y un líder claro.

Todo esto se trastocó cual tragedia griega. De repente, en cuanto uno pensaba que la trama tenía un horizonte de sucesos claro para nuestro héroe Feijoo…  Aparece Mario Conde, que si bien tiene casi imposible conseguir diputado en el Hórreo, desestabiliza las filas orensanas del PP y por primera vez desde que tengo uso de razón, abre una herida entre el electorado conservador. Nuestro héroe empieza a desangrarse ligeramente.

Nuestro protagonista, por primera vez se pone nervioso, y llama a filas a sus paisanos. De modo alterado, les alecciona a que no se dejen amedrentar en la batalla de las redes sociales. Empieza a mostrar debilidad, los rivales la huelen, y exigen al protagonista de nuestra tragedia a la gallega, enfrentarse a duelo, en un cara a cara televisivo donde la plebe pueda recrearse viéndolos pelear en singular lucha dialéctica. E inesperadamente, este acepta, necesita también la lucha para movilizar a sus filas. Parece que el final feliz le costará sangre sudor y lágrimas.

Y justo cuando una brisa de aire fresco enviada por los dioses aztecas de PEMEX, le insufla esperanza para la batalla, los dioses inexplicablemente montan en cólera, y deciden someter a todos los protagonistas a una lucha titánica frente a un poderoso enemigo común, el Pokémon.

Que la tragedia tendrá, valga la redundancia, un final trágico para alguno de los aspirantes a la Xunta es inevitable, está en el guión. Pero la salvación y el éxito de nuestros héroes dependerá en parte, de cómo gestionen este nuevo caso judicial pre electoral que parece salpicarles a casi todos.


29 de agosto de 2012

21-O Elecciones gallegas: ¿Adelanto técnico o adelanto táctico?




Mucho se ha debatido estos días sobre si el adelanto de los comicios gallegos ha sido por razones objetivas de necesidad social y política, o por razones subjetivas de índole partidista.

Lo que no cabe duda, es que el mero hecho de que se convoquen más de medio año antes de acabar mandato, ostentando una mayoría absoluta, cuanto menos da que pensar y da mucho para analizar.

Sin duda, la convocatoria de elecciones vascas le allanó el terreno a Feijóo para poder justificar un adelanto que le permite aprovechar la situación de debilidad que caracteriza a la oposición, tal y como comentaba el 2 de marzo de este año en este mismo blog:


Y precisamente cuando las encuestas indican un desgaste en su intención de voto, y cuando de aquí a cinco meses ya no se contaría con enemigos externos a quien echarles la culpa de la situación. Algo que ya advertí que ocurriría con la victoria electoral de Rajoy, el 22 de noviembre de 2011 analizando el resultado electoral de las generales:

La situación para Feijoó es buena, pero totalmente nueva. Ya no puede echar la culpa del desempleo a ZP, y cada vez que vaya a Madrid tendrá que traer algo de vuelta.

No obstante, prefiero inclinarme por comentar la previsible actuación de los futuros candidatos teniendo en cuenta la coyuntura actual:


PP- Feijóo.

En un contexto de desgaste, debido a las políticas de recortes de Rajoy, la marca PP y Rajoy no venden. Los estudios de opinión en cambio, demuestran que Feijóo aprueba entre el electorado con una nota ampliamente superior a la de Pachi Vázquez y la de Francisco Jorquera. Por ello, es previsible una campaña personalista, basada en la figura presidencial de Feijóo. Recuerden que no es una estrategia nueva, es algo que ya intentaron los asesores del ex-presidente Touriño, y que no dio tan buenos frutos como se esperaba.

No es esperable que Rajoy se deje ver mucho durante la campaña. Aprovechando las elecciones vascas, se esgrimirá que es más importante centrar los esfuerzos de Génova en aquella campaña.

Esto mismo, ayudará a desviar un poco el foco de atención sobre la realidad económica, por lo que cuanto más se hable del “issue” vasco en vez del “issue” económico, mejor para los populares gallegos.

A este respecto, el mensaje de inmunización del PP será claro, Galicia está mejor que la media de España, y gracias a que Feijóo hizo los deberes antes que nadie. Argumento coherente con las fortalezas, que las encuestas le reconocen al presidente gallego, de gestión y seriedad. Preparémonos pues, para la batería de datos económicos en este sentido, a través siempre de mensajes de contraste como “Miren Cataluña, y miren nosotros…”

En esas fechas habrá que estar atentos a la oportuna firma, si se produce, de los contratos del naval con Pemex. Sin duda, podrían arrastrar mucho voto entre el electorado indeciso, y difícilmente la oposición podría contrarrestar dicho efecto.

Y por supuesto, no podrán obviar cierta gestión de comunicación de crisis ante los contantes encontronazos que tendrán en los mítines con los perjudicados por las obligaciones preferentes.


PSG- Pachi Vázquez.

Hay quien opina, que Pachi es el candidato ideal de Feijóo, y este adelanto electoral, viene sin duda a reforzar esa percepción. Parece claro que el presidente de la Xunta prefiere enfrentarse a un candidato poco conocido, y aún menos carismático, como Pachi Vázquez. Otro cantar sería enfrentarse en marzo con José Blanco.

Pero este es el candidato socialista, con muchas debilidades personales e internas dentro del partido, donde se le discute mucho su candidatura, por ejemplo desde el socialismo pontevedrés.

Esto será usado sin duda por los populares, ya que la división interna y la falta de liderazgo en un partido, son muy castigados electoralmente. Además, esta división, junto con las disensiones en el mundo nacionalista, provocarán que el PP realice un mensaje de asociación, división actual = división del pasado (Bipartito).

Los socialistas además, podrían perder cierto electorado galleguista, que pasaría a engrosar el voto de las recientes escisiones del BNG (Anova y Compromiso x Galicia).

Los socialistas tienen su oportunidad en la actual situación económica, como diría el director de campaña de Bill Clinton, y así lo tenía escrito en la oficina de campaña demócrata, “It´s the economy, estupid”. Pachi Vázquez y su gente lucharán porque el issue central de la campaña sea la economía. Nos recordarán las promesas hechas por Feijóo  hace 4 años (sobre todo en el campo de la creación de empleo) y que no se han cumplido. Y por supuesto, en esa línea de acción, asistiremos a una constante asociación, Feijóo = Rajoy.

No sería extraño que el PSG intentara abrir brecha en el buque popular a colación del tema de la fusión de las cajas gallegas y de su actual rescate financiero. Esto podría generar dudas sobre la capacidad que como gestor, la ciudadanía reconoce al presidente de la Xunta de Galicia.

El candidato socialista además, deberá rodearse de un buen equipo que, primero, logre contrarrestar su falta de carisma, y segundo, ponga en evidencia la falta de equipo de Feijóo, ya que sus conselleiros han pasado esta legislatura sin pena ni gloria. No es descartable una imagen y un eslogan de contenido plural y de equipo.


BNG – Jorquera.

El Bloque Nacionalista Galego tiene el gran hándicap de haber sufrido recientemente, una serie de escisiones que han provocado una clara imagen de división. No obstante, han sabido sobreponerse, y lejos de acomplejarse por ello, se les ha visto muy activos, para disimular el golpe sufrido.

Han elegido con cierto tiempo de antelación a un buen candidato, si bien no es muy conocido, y ese es un gran problema. Por lo que han de tener que realizar una gran campaña de presencia y difusión de su candidato. Si vas al supermercado y no conoces el producto, difícilmente lo vas a comprar, incluso aunque finalmente repares en él en la estantería. Así que les espera mucho “canvassing, es decir, patear mucho. La duda es si les dará tiempo.

Su argumentario será el de siempre, Galicia, puesto que su voto estructural reside en el clevage nacionalista. Y ahora además, incidirán bastante en los recortes sociales. Lo cual puede hacer que movilicen fácilmente a un voto más de izquierda desde el punto de vista del clevage ideológico.

Es previsible que realicen una campaña de desprestigio de los grupos escindidos de sus filas. (Particularmente yo no lo aconsejaría, pero no es motivo de análisis ahora). Algo del estilo, "marcharon y no se sabe donde están, andan perdidos". Además de incidir en cómo al final, éstos han acabado adoptando las formas y mecanismos de decisión y organización, que criticaban al Bloque.

Se notará la pérdida de votos debido a estas divisiones, pero es cierto que en parte podría compensarse, como así indican algunos sondeos, con ciertos electores que votarían BNG debido al efecto bandwagon, gente que suele votar por compasión al que afronta situaciones difíciles o de debilidad.

Ojo también a la apertura del juicio por el caso Prestige, podría dar rédito electoral a la oposición, pero también podría motivar y movilizar al electorado popular descontento con su partido en lo económico, reaccionando ante los ataques al PP.

En cuanto al resto de partidos, Anova y compromiso x Galicia, no comento nada puesto que está pendiente que se conozca pronto si se presentarán conjuntamente, o por separado, a los próximos comicios. UPyD e IU deberán distribuir y asignar sus recursos de modo eficiente para volcarse solo en aquella provincia que les permita lograr el 5% de votos necesarios, y así lograr representación en el Parlamento de Galicia.




30 de julio de 2012

Una imagen vale más que mil palabras: Feijóo Vs Rajoy



Suele afirmarse, y con razón muchas veces, que una imagen vale más que mil palabras. Muchos habrán visto hoy la foto de unidad que se perseguía  en la reunión de Rajoy con los barones autonómicos del PP. Pero los que nos dedicamos a los entresijos de la comunicación y la imagen política, además de ver, debemos observar los detalles, puesto que sabemos que estos lo son todo.

Si comparamos la foto de este año, con la del año pasado, podemos observar un detalle en el que pocos habrán reparado, y que puede darnos dos conclusiones en clave política.

La primera, es el distanciamiento entre Rajoy y Feijoo, no solo físico en la foto de este año, sino también en lo personal. Puesto que al presidente del gobierno no debió de gustarle las amenazadas veladas de su homólogo gallego, la última cuando casi estuvo a punto de votar en contra en el consejo de política fiscal ante el rechazo de Rajoy de premiar a las comunidades más austeras como Galicia.

La segunda conclusión podría ser que se avecinan adelantadamente las elecciones autonómicas, y por eso el Presidente de la Xunta de Galicia evita salir en la foto al lado de la principal causa de su pérdida de apoyo electoral en Galicia, un Rajoy que con sus recortes y clamorosos fallos de comunicación, ya ha perdido 9 puntos en su popularidad desde el inicio de su mandato.

Las casualidades no existen, y menos en escenarios donde todo se presupone que está medido al detalle. Y la colocación en una foto, sin duda tiene su importancia y su por qué. Y como una imagen vale más que mil palabras, os dejo las dos fotos en cuestión.


2011

2012


29 de julio de 2012

Blanco y en botella. (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)




Desde hace meses, se viene debatiendo sobre si los gallegos seremos llamados a las urnas próximamente en el caso de que Feijóo, finalmente se anime a adelantar las elecciones autonómicas, cosa que cada vez parece más probable, teniendo en cuenta la erosión que las medidas de recorte del Gobierno de Rajoy están generando en los populares gallegos, y el desgaste va en aumento. Además la oposición está sin rumbo, los nacionalistas, fragmentados y divididos; y los socialistas, aún están decidiendo cuál será su líder para recuperar el gobierno gallego. El escenario pues, es propicio para un adelanto electoral.

Esto último puede ser la gran baza con la que cuente el Presidente de la Xunta para revalidar mandato. No obstante, puede desvanecerse dicha ventaja, si por el contrario, la ciudadanía observa una alternativa poderosa y con posibilidades reales de ofrecer un cambio.

Y en este posible escenario, muchos miran a Pepe Blanco como el candidato idóneo. Siendo realistas, y al margen de lo que finalmente ocurra con su involucración judicial en el caso Campeón, Blanco sería un excelente candidato. Su paso por el importante Ministerio de Fomento le permitió proyectar en Galicia una imagen de impulsor y defensor de los intereses gallegos en una materia tan sensible como son las infraestructuras viarias, ferroviarias y aeroportuarias. Y este es un hecho reconocido incluso entre el electorado del partido Popular. No lo digo yo, lo dicen los estudios demoscópicos. Por tanto, Blanco y en botella…

José Blanco, tiene mayor y mejor grado de conocimiento que el actual previsible candidato de los socialistas, Pachi Vázquez. Que es más carismático, no lo digo yo, lo dicen las encuestas. Y además lograría evitar la imagen de división interna que actualmente sufre el PSOE gallego en diferentes frentes, el más importante, en la agrupación viguesa.

Por tanto, el PP en Galicia tendría serios problemas si finalmente Pepe Blanco decidiera dar un paso al frente y presentarse como candidato a la Xunta. No obstante, deberá cuidarse mucho de cómo le pueda salpicar judicialmente, y gasolineras aparte,  el caso Campeón. Y también deberá observar con quien se junta en una coyuntura como la actual, donde la gente desconfía más de Rubalcaba que de Rajoy, precisamente por un pasado de gobierno socialista en España, del que Blanco también fue partícipe. No lo digo yo, lo dicen los sondeos de opinión.

Por último, quisiera comentar que parece ser que el ex alcalde de Santiago, Bugallo, tendría un papel relevante en esta posible nueva aventura política de Blanco. Yo me pregunto, ¿Realmente le interesa rodearse de gente, que recientemente ha perdido una alcaldía?