Esta mañana, leyendo la prensa diaria, observé una
portada de un conocido diario gallego, que me ha hecho pensar si estamos
asistiendo a una campaña de imagen de Alfonso Rueda, el más que probable
sucesor de Feijoo.
En la foto, imagen de portada de "El Correo Gallego", podemos ver al delfín de la Xunta de Galicia
realizando un acto solidario entre fogones. Pocas veces podemos ver una
evidente y manifiesta intención de proyección personal de un político, como en
el caso que nos ocupa. Ya que si observan, a la derecha de la portada, en su
parte inferior, aparece mucho menos destacada una noticia que podría ser más
relevante y cuyo sujeto es el actual presidente de la Xunta.
Es curioso que la imagen principal sea un acto
irrelevante desde el punto de vista de la gestión pública y del interés
ciudadano. Y en cambio, la noticia que podría ser destacable en dichos términos,
queda ensombrecida por las virtudes culinarias de un conselleiro.
Esto no es nada nuevo, los que nos dedicamos a la
comunicación y estrategia política, somos conocedores de estas acciones, puesto que nos encargamos de diseñarlas y proyectarlas. Pueden pasar inadvertidas de modo consciente para muchos ciudadanos, pero a mi entender, este caso concreto indica
que se ha abierto una estrategia de promoción del próximo candidato del PP a la
Xunta de Galicia.
Y si lo dudan, les invito a que hagan el sano ejercicio
de leer y observar las noticias durante estas semanas y meses. Observarán como
cada vez, Alfonso Rueda acapara más presencia mediática, no obstante, no solo se
le ha designado vicepresidente de la Xunta para reconocer su labor política, sino
también para tener una mejor plataforma de proyección política.
Pero todo esto, hace que nos preguntemos, si ya Rueda se está
cocinando en los fogones mediáticos ¿Qué pasará con Feijóo? Es muy probable que
en un previsible y próximo cambio del equipo de gobierno Rajoy, Feijóo sea
llamado a restituir al cada vez más debilitado ministro Gallardón, el cual ve
cómo mes tras mes, su otrora positiva imagen, ahora está cayendo por los suelos.
Y como suelo decir, la estrategia política
es como el ajedrez, no hay que ver el movimiento de cada mañana, sino intuir el
que está por venir.