Zapatero nombra a Blanco portavoz para preparar las elecciones y agotar mandato
El PSOE ya ha dispuesto sus fichas en el inminente tablero electoral que se nos presenta. Al contrario de lo que muchos esperaban, Zapatero ha decidido otorgar la responsabilidad de portavoz del gobierno a una persona de su máxima confianza, José Blanco. Todo parecía indicar que el elegido sería Jáuregui, puesto que su llegada hace meses al gobierno fue explicada por la necesidad de mejorar la carencia comunicativa que caracterizaba al gobierno estos últimos años.
Jáuregui reúne todos los requisitos que debe tener un buen portavoz, experiencia política, buena oratoria y mejor cintura dialéctica. Y es en el apartado comunicativo precisamente donde José Blanco tiene sus debes. Pese a que ha mejorado mucho en este campo, sobre todo en el de la dialéctica, no es precisamente el orador que sí es Jáuregui.
Es evidente que Zapatero ha preferido elegir para el cargo a alguien de confianza en detrimento de las habilidades que exige dicha labor de portavoz. No obstante, el PSOE logra dar dos imágenes sólidas y de peso político de cara a su electorado y al voto indeciso, Blanco como portavoz y Rubalcaba como candidato.
Nos espera una táctica por parte del PSOE de “poli bueno y poli malo”, esto último es precisamente una de las fortalezas del nuevo portavoz del gobierno, pues su sarcasmo y dominio de las frases breves e incisivas, que tanto gustan a los medios, podrían darle réditos al Partido. Eso sí, en detrimento de su imagen, que podría quedarse un tanto “quemada” de cara al futuro, al erigirse en portavoz, y por tanto la imagen de un gobierno y de su líder Zapatero, que es un cadáver político desde hace dos años.