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13 de julio de 2012

¡Luces, cámara y acción! (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)




Viendo el pasado domingo la entrega del Códice Calixtino al Arzobispo de Santiago por parte del presidente Rajoy, me sobrevino una imagen, o mejor dicho varias. En mi época de estudiante solía observar con curiosidad los cuadros pictóricos que daban fe de las coronaciones de reyes y emperadores. En todos, siempre era un representante de la Iglesia, algunas veces incluso el Sumo Pontífice, el que coronaba al monarca. Ese era el orden lógico y normal en aquella época.

Pero, salvando las distancias históricas y de la naturaleza del acto en sí; lo que vi hizo que me preguntara qué propició que en un acto solemne, se invirtieran los papeles, que fuera el presidente del gobierno el que restituyera la propiedad del Códice a la Iglesia. ¿Era necesario dicho acto solemne?

Para los compostelanos, sin duda es motivo de orgullo que el presidente del gobierno se haya implicado con nuestra ciudad a través de ese gesto. Pero como ciudadano no solo de mi ciudad, observo que este gesto delata sin lugar a dudas una mala planificación  e improvisación por parte del Gobierno.

Cansado de malas noticias y de un escenario negativo que le domina y fagocita, Mariano Rajoy intenta aprovechar cualquier hecho coyuntural que le permita respirar aire fresco y dar una imagen positiva. Se trata pues de cambiar la foto. 

Y lo del domingo, fue eso, una puesta en escena. ¿Tal vez por eso se tardaron varios días en entregar por segunda vez el libro, había que cuadrar agendas?, ¿Pero el libro no se había entregado ya  en la Catedral delante de las cámaras con la aquiescencia del Juez, la policía, y el propio Arzobispo?

Asistir a una final de un Europeo de futbol en un país, Ucrania, “bloqueada” diplomáticamente por la UE debido al caso Timoshenko, o realizar la foto del pasado domingo, indica claramente que Rajoy está muy necesitado de noticias positivas, pero también que su comunicación además de ser cada vez más incoherente (Donde dije digo, dije diego)  también es improvisada, marcada por el ritmo de hechos y decisiones fuera de su control.

Y hablando de comunicación improvisada. Las declaraciones de nuestro Comisario definiendo el carácter gallego como cerrado y oscuro, no fueron para nada afortunadas. Y el intento posterior de arreglarlas debido a las críticas, lograron todo lo contrario. No se puede realizar una intervención pública, y con micrófonos de por medio, sin pensar antes dos veces lo que se va a decir. Máxime, siendo un cargo público.

3 de febrero de 2012

Cuestión de distorsiones. (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)



Decía hace dos semanas, que resultaba paradójico que en una sociedad democrática como la española, donde debieran primar los más altos valores de la contraposición de ideas, posturas y proyectos, se castigue electoralmente a los partidos políticos que osan practicar dichos principios internamente.

El principal motivo puede imputarse al hecho de que la sociedad percibe estos ejercicios de democracia interna como de división y lucha entre ‘familias’.

Pues bien, este fin de semana hemos vivido la asamblea del "partido" que tal vez cuente con los mecanismos internos más democráticos. Pero también presenciamos en los días posteriores el porqué no percibimos los ciudadanos dichas primarias como un ejercicio de debate interno, sino de fragmentación.

Un motivo podría ser el propio resultado del “cónclave” nacionalista, que refleja la existencia de dos tendencias diferentes, pero con fuerzas similares (El 53% de los apoyos fue para la candidatura de Francisco Jorquera y el 46% para la de Carlos Aymerich). Lo que provoca que esta vez, la probabilidad de escisiones dentro del BNG sea seria, pues la capacidad de imponerse una sobre la otra es más difícil.

Pero también, desde ambos bandos, las declaraciones posteriores están reforzando esa imagen de división. Estoy convencido que hay numerosos puntos de unión entre la UPG y la alianza de Mais Galiza y Encontro Irmandiño. Pero en política, la realidad no es la que es, sino la que se percibe. Y las imágenes y las palabras son el instrumento imprescindible para conformar la percepción de la opinión pública.

Y ahora, aún más si cabe, dicha percepción está dominada por distorsiones lingüísticas y simbólicas, que ya vienen siendo frecuentes desde hace años por parte del nacionalismo gallego.

De  un partido que se denomina como un Bloque ¿no debería esperarse imagen de solidez y unión? Primera distorsión.

La retórica empleada tras la asamblea por algunos dirigentes, viene a reforzar un vocabulario en cierto modo desfasado y alejado de la gran mayoría de los votantes. Me refiero a cierto vocabulario belicista (habitual en el seno del BNG) como el empleado por Beiras pidiendo un “desarme” de la UPG. Segunda distorsión.

En aras de un mayor peso político del nacionalismo gallego, espero que la división se quede en el campo de las percepciones y que no se convierta en real. Por ello, es preferible que estén juntos pero revueltos, que separados pero resueltos. 

30 de enero de 2012

En el próximo cruce, gire a la derecha




Decía Aristóteles que la perfección se encontraba en el término medio. Lo cual no debe ser falso si nos atenemos a lo que los romanos también afirmaban por medio de su conocido aforismo “aurea mediocritas”. Con el cual venían a expresar al igual que el pensador griego, que la virtud siempre se halla en la equidistancia entre los extremos, en un punto medio.

La política como realidad social viva, no es ajena a esto, y habitualmente suele escucharse, en Europa principalmente, como el centro suele ser el objetivo ideal en política, en aras de pescar votos entre el electorado de izquierda y derecha. Que además, resulta ser el sector indeciso en casi todas las elecciones.

En España, huérfanos de partidos que hayan logrado echar anclas en dicho caladero electoral, solemos fijarnos y admirar a aquellos políticos que pese a su pertenencia a un partido bien de izquierda, o bien de derecha, suelen posicionarse en algunos temas, en posturas cercanas a partidos ideológicamente opuestos.

Un claro ejemplo de esto, es (¿o era?) Alberto Ruíz-Gallardón. Desde su pronta y exitosa andadura en el Partido Popular, siempre se le percibió como una persona moderada, y ejemplo de centrismo dentro de su partido. Fue de las pocas voces que públicamente realizó una auto-crítica después de la derrota electoral de 2004.

Desde sus cargos como presidente de la Comunidad  de Madrid y posteriormente como alcalde de Madrid, el ahora Ministro de Justicia siempre se postuló como ministrable en los diferentes gobiernos populares.

Y ahora por fin ha logrado dar el gran salto gracias al presidente Mariano Rajoy. ¿Pero es este un simple salto, o es un paso más dentro de una hoja de ruta, en la que muchos ven como destino una futura presidencia del gobierno de España?

Consciente de esto, parece que el actual presidente español le concedió a Gallardón una cartera de escaso peso político, tal vez para no darle demasiada cuerda estos cuatro próximos años. O tal vez para no quemarlo demasiado en una cartera de mayor responsabilidad, y por tanto de mayor exposición ante la opinión pública en plena crisis. Esto último indicaría que Rajoy vería con buenos ojos una candidatura de Gallardón, eso sí, dentro de ocho años.

En todo caso, parece que nuestro protagonista, ha decidido aprovechar el cargo de ministro, y empezar a trabajar en su proyección. Y ya sea con la venia de su presidente o no, ha puesto en la agenda mediática temas relevantes, que considero no son necesarios desde el punto de vista de la organización de su ministerio y del país, pero que en cambio sí parecen serlo desde un punto de vista estratégico y político para él. Me explico.

De Gallardón suele decirse que es el candidato ideal de aquellos que no votan al Partido Popular. Habrá quien diga que pese a ello, logró ganar elecciones municipales y autonómicas, pero no olvidemos que lo ha hecho con unas siglas que cuentan con el voto estructural más alto, es decir, con un mayor número de electores que votan a unas siglas, y no tanto a una persona. Y siempre ha contado con la resistencia interna de la corriente más conservadora del Partido.

Consciente de ello, Gallardón parece haber decidido aprovechar la coyuntura para cambiar esa imagen moderada y revelarse ante el votante de derechas como un candidato idóneo en un futuro. No vaya a ser que le pase como al candidato republicano Mitt Romney, cuyo viraje conservador ha sido muy reciente y ha provocado suspicacias en el seno del poderoso Tea Party.

Para ello, ha puesto sobre el tapete, volver a una legislación en el tema del aborto, similar a la existente en España en 1985. La cuestión, es que desde un punto de vista práctico, no tiene sentido puesto que los abortos han descendido con la actual norma. Por tanto parece que el fin es más político e ideológico que otra cosa.

Pero también, ha sondeado a la opinión pública con la posibilidad de establecer la cadena perpetua en nuestro ordenamiento jurídico penal. Y lo mismo se puede interpretar en este caso. ¿Tiene sentido una cadena perpetua en el país en el que los presos pasan más tiempo en la cárcel, y con un índice de criminalidad que nos convierte en unos de los países más seguros de Europa? NO, salvo que el motivo sea nuevamente político.

Y como toda norma tiene su excepción, observaremos que el centro no es ese lugar tan deseable. Al menos no para el nuevo Ministro de Justicia. Así que ¿Todo apunta a que durante estos cuatro años asistiremos a una reconversión del moderado Gallardón en el adalid de la “derecha auténtica”, al más puro estilo de los seguidores del té?

Yo lo tengo claro, en la hoja de ruta de Gallardón, su GPS dice claramente: “En el próximo cruce gire a la derecha”.


9 de enero de 2012

La paradoja de las primarias socialistas en España



Antes de analizar este enfrentamiento por el liderazgo dentro del principal partido de la oposición quisiera expresar lo paradójico que resulta que en una sociedad democrática como la española, donde debieran primar los más altos valores de la contraposición de ideas, posturas y proyectos, se castigue electoralmente a los partidos políticos que osan practicar dichos principios internamente.

El principal motivo puede imputarse al hecho de que la sociedad percibe estos ejercicios de democracia interna como de división y lucha entre "familias", lo cual genera inseguridad. Los ciudadanos quieren partidos fuertes basados en liderazgos sólidos que inspiren confianza.

Y precisamente los partidos españoles tampoco han sabido dar esa apariencia de higiene democrática endógena, pues a menudo han fomentado una imagen de desunión, ya sea por la errónea estrategia de los candidatos durante unas primarias/congresos, ya sea porque el propio sistema de elección suele contar con un diseño que en nada ayuda a relucir el debate de ideas y proyectos.

Así pues, este detalle ha de tenerse muy en cuenta si se quiere realizar un correcto análisis de estas "primarias" del partido socialista.

Permitidme que haga una valoración sobre los puntos fuertes y débiles de cada candidato con el sistema DAFO que usualmente empleamos en estrategia política.


ALFREDO PÉREZ RUBALCABA.-

Debilidades: Dos son las principales flaquezas con las que cuenta el ex-candidato a presidente del Gobierno. Su pasado como ministro, portavoz y vicepresidente del gobierno de Zapatero (Lo cual ya le pasó factura en las recientes elecciones generales), y el "efecto quemado" de haber perdido unas elecciones, tras lo cual es difícil que la imagen se reponga y se tengan opciones de volver a ganar.

Como ya comenté alguna vez, el poder es una de las tres fuentes principales de credibilidad en comunicación, y Rubalcaba ya no solo carece de él, sino que lo perdió, ergo además, ahora tiene imagen de perdedor. Esto puede provocar además una importante corriente crítica dentro del partido, tal y como ya está ocurriendo.

Amenazas: La principal amenaza resulta ser el propio modo de elección si al final se decide un sistema de primarias a la francesa, donde no solo los militantes y simpatizantes puedan votar, sino también cualquier ciudadano.


Esto provocaría que cualquier ciudadano ideológicamente afín al PSOE, más crítico posiblemente con los derroteros del partido los últimos años, pueda verse más identificado con una corriente alternativa más crítica y que ofrezca un giro a la izquierda, a la esencia socialista.

Fortalezas: Su valoración personal es buena, incluso mejor que la del actual presidente Rajoy (Aunque ello no le valió de mucho en la campaña electoral) y mejor que la de Carme Chacón. Las encuestas realizadas muestran que entre la ciudadanía tiene más apoyo que su rival.

También su veteranía y mayor dominio de los cuadros del partido pueden suponerle una ventaja clave. Una evidencia de esto, es que hoy conocíamos que cuenta con el doble de avales que ella dentro del comité federal del partido.


Tampoco debemos obviar que cuenta con el apoyo del diario El País, principal diario nacional, y referente  para muchos lectores de centro-izquierda.

Oportunidades: Cierto estado de shock en que ha quedado el PSOE tras las elecciones puede provocar que muchos "barones" del partido le den su apoyo por dos motivos:

  • Uno, que recurrir a su experiencia y a sus fortalezas puede que sea lo mejor para los socialistas en el corto plazo. Ser el portavoz de los socialistas en el Congreso sin duda le ayuda a reforzar esto, y sin duda hará buen uso de dicha portavocía para contrarrestar a la corriente crítica.
  • El otro, a título individual y oportunista, es preferible para estos barones que se queme Rubalcaba estos cuatro años, para postularse tras una nueva derrota, como líderes del partido. Así que muchos le darán su apoyo.



CARME CHACÓN.-

Debilidades: Su principal debilidad resulta ser su no muy buena valoración entre la ciudadanía, tal y como ya se reflejaba en su época de ministra. Como ya expuse, los datos  indican que Rubalcaba es el preferido. Pero el detalle que debería llevar a un serio análisis a su equipo de campaña es que Chacón tiene incluso menos apoyo que el conjunto de ciudadanos que prefiere a otro candidato distinto a los dos. (Estos datos deben observarse con cautela, pues suelen ser aportados por prensa, que sin ánimo de menoscabar su objetividad, es  más afín a Rubalcaba).

Su pertenencia al PSC puede aflorar cierto recelo dentro del aparato federal del partido, y el ser catalana puede provocar que se le achaque que eso sería un lastre como candidata a la presidencia.

Conscientes de eso, asistiremos a un proceso de "descatalanización" de la candidata. Sirva como ejemplo la elección de un pueblo andaluz como escenario para su presentación cono candidata a la secretaría general del partido:


Amenazas: No domina la estructura del partido. Tampoco parece que tenga un apoyo muy fuerte del Partido Socialista de Cataluña. Y para más inri, la federación andaluza no se decidirá hasta una semana antes del "cónclave", y es la dirección federal clave, pues cuenta con uno de cada cuatro delegados en el congreso de febrero.

El pacto tácito de no ofrecer imagen de división, le evita el tener un perfil más ofensivo contra Rubalcaba y ser más incisiva en la abultada derrota de este la jornada electoral del 20-N.

Fortalezas: Mujer, joven, pero curtida en las lides de la política. Con carácter, enérgica, y con el valor suficiente como para haber plantado cara ya en su momento a Rubalcaba, si bien finalmente se retiró de la lucha a candidata electoral en las pasadas elecciones. Lo cual también le ha procurado una imagen de mujer comprometida con el partido.

Podría aglutinar a una corriente cada vez mayor de socialistas desencantados con la deriva actual de los órganos de dirección del partido (Sobre todo militantes y simpatizantes).

Cuenta con algunos apoyos del aparato organizativo y de ex-ministros que podrían equilibrar las cosas, no obstante debe tener cuidado de no reforzar así su pasado como ministra también del gobierno ZP. Por eso, su comunicado "Mucho PSOE por hacer" perseguía estos dos objetivos. Aglutinar descontento y romper con ZP.

Oportunidades: El sistema de elección más abierto debería favorecer al que menos apoyo tiene dentro de la estructura de mando, y por tanto menos capacidad tiene para imponer su criterio a las direcciones federales.

La necesidad de un cambio y de un giro más hacia la izquierda, a los valores y a la esencia del socialismo deberían ayudarle. La clamorosa derrota de su rival en las pasadas elecciones debiera ser su punta de lanza.


Y llegados a este punto ¿Quién ganará? a mi modesto entender, ni uno ni otra. El vencedor, y de nuevo es paradójico, será Mariano Rajoy. Salga quien salga ganador de estas primarias socialistas, no parece que vaya a ser capaz de disputarle la presidencia al final de esta legislatura al actual presidente y lider del Partido Popular, salvo que inesperadamente la gravedad actual de la crisis, que no la crisis en sí, persista cuatro años más.

En todo caso, ambos candidatos deben ser conscientes que quien tiene que ganar es el partido. Conocedores de las dificultades a corto plazo descritas, están obligados a ofrecer a la ciudadanía unas primarias ejemplares en un momento de desconfianza hacia la política. Para ello, no deben enfrascarse en peleas y enfrentamientos personales, sino en debates de proyectos. Y siempre en un tono constructivo y democrático, y no destructivo  

Un primer paso acertado tal vez sea el hecho de realizar primarias a la francesa.










11 de agosto de 2011

Rajoy Vs Rubalcaba





Existe una máxima militar que reza lo siguiente: Ningún plan de batalla resiste el contacto con el enemigo”.

Y la verdad es que es de una gran aplicación en el campo de la comunicación y la estrategia política si extrapolamos la frase a una batalla electoral, en la que los equipos de campaña ya llevan durante meses diseñada la estrategia, incluso si son buenos y profesionales  como se les presupone, también tendrán configuradas las diferentes posibles estrategias que ejecutar ante cualquier eventualidad. Puesto que el contacto con el rival suele desmontar sino totalmente, sí en parte, el plan inicial.

Para analizar la próxima contienda electoral sin que aún no haya habido mucho contacto entre los rivales, permitidme que haga uso del hexámetro del retórico medieval M. Vendôme, para responder al quién, qué, dónde, cuándo, cómo y para qué de estas elecciones.

QUIÉN: Si bien es cierto que nuestro sistema político alberga múltiples partidos políticos. Solo dos cuentan con posibilidades de erigirse vencedores, el Partido Socialista y el Partido Popular. Pero debemos señalar que cada vez más asistimos a una personalización de la política, es decir, más importante que los partidos resultan ser las personas de los candidatos, en este caso Rubalcaba y Rajoy.

Sin entrar en un análisis pormenorizado de cada uno. Realizaré un rápido y sencillo DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortaleza y Oportunidades). Seguramente sus equipos habrán usado esta misma información en el diseño de su estrategia. Eso sí, después de haberla testado por medio de los numerosos y diversos sondeos. El objetivo es transformar sus debilidades y amenazas propias en fortalezas y oportunidades. Y al contrario, intentar exprimir las debilidades y amenazas de su rival.

Rubalcaba cuenta como mayor debilidad con su reciente papel preponderante en el gobierno de Zapatero  como portavoz y vicepresidente, lo que provoca que en muchos ciudadanos haya una transferencia negativa de valor al asociar su imagen a la de Zapatero.

Su amenaza es la mayor o menor recuperación económica que de aquí a noviembre pueda haber, concretamente serán importantes las cifras del paro, (La crisis de la deuda también puede ser un gran hándicap), y tampoco deberíamos obviar el devenir del caso Faisán.

La fortaleza principal del candidato socialista es su propia imagen de trabajador y gran comunicador, incluso sus rivales le reconocen sus habilidades en el manejo del poder. Las encuestas ya demuestran un cierto efecto Rubalcaba en la intención de voto socialista y en su valoración frente a Rajoy.

En cuanto a su oportunidad, sin duda será precisamente la imagen de su rival, Rajoy, no tan valorada. De hecho lo mejor para Rubalcaba sería que existiesen debates cara a cara televisados, ya que en los mismos podrían hacer valer  sus mejores habilidades retóricas y persuasivas. Una noticia positiva relativa al fin de ETA también podría ser un espaldarazo enorme para sus opciones.

Rajoy cuenta con una gran debilidad, y es su imagen de perdedor siempre que ha disputado unas generales, lo cual le ha provocado que en su devenir como candidato del PP los últimos años no haya contado con un gran carisma por parte de los ciudadanos (las encuestas así lo han venido reflejando con sus pobres valoraciones). Tampoco sus limitadas aptitudes y actitudes comunicativas ayudan a tal fin. Aunque también ha de decirse que las últimas victorias electorales han permitido variar esta percepción.

La principal amenaza para Rajoy sería un debate cara a cara con Rubalcaba, ya que todo parece indicar que no saldría favorecido. Salvo que convierta esta amenaza en una oportunidad y entrene seriamente estos debates con especialistas, y no encerrándose en un despacho el día anterior con sus asesores más cercanos. Si Rajoy logra hacer un debate solvente habría un efecto rebote favorable a Rajoy, y hundiría aún más las pocas expectativas de Rubalcaba. Un ejemplo de previsión de amenaza detectada, y corregida a tiempo, ha sido el tema Camps.

Su gran fortaleza es el trabajo de estos años que le ha permitido ir mejorando su imagen, (las últimas elecciones europeas y municipales han ayudado mucho. Parece que la Marea azul es imparable). Sobre todo la percepción que de él se tiene como una persona que siempre sale a flote de las crisis que le rodean sin que a él le salpiquen, sin hacer mucho ruido ha logrado demostrar tener una gran cintura política través de una habilidad poco vista en la clase política, la paciencia y el dominio de los ritmos, de los tiempos.

Su oportunidad, sin duda, reside en el desgaste de su rival por medio de la asociación de su imagen y proyecto con el de Zapatero, así como toda la situación económica actual que hace que nade a favor de corriente.

QUÉ: Obviamente lo que se decide en estas elecciones es el futuro presidente España. Aunque a título personal, está claro que el que pierda no solo perderá la opción de la presidencia, sino que previsiblemente también su futuro político.

DÓNDE: Pues sí, España, este país constituido en autonomías y cuya circunscripción electoral es la provincia. Un sistema y una división geo-política que provoca que algunas plazas sean más importantes que otras en esta batalla electoral. Cataluña, Madrid, Valencia y Andalucía suelen ser los bastiones más importantes. Precisamente los previsibles malos datos del PSOE en Cataluña y Andalucía no le deparan nada positivo.

CUÁNDO: El 20 de noviembre es la fecha elegida por Zapatero (y Rubalcaba) para las próximas elecciones. El adelanto electoral viene a confirmar que a Rubalcaba le incomoda que se alargase una situación en la que constantemente tenía que estar a la defensiva por su pasado en el gobierno de ZP. Obligando así, a provocar un cambio de discurso en el PP, menos destructivo y más propositivo (lo cual esto último, no les interesa a los populares).

La fecha en sí también puede verse como un riesgo, ya que hacer coincidir los comicios con el aniversario del fallecimiento de Franco puede verse como una medida desesperada. Si bien puede ocurrir que sí surta efectos positivos para el PSOE, puesto que el constante bombardeo informativo que habrá en esa fecha con tal efeméride, provocará una cierta movilización del voto socialista actualmente desencantado. Movilización que de otro modo no se lograría, sino es invocando a cuestiones emocionales de confrontación de la izquierda con la derecha.

CÓMO: Si bien este apartado exigirá su análisis particular con el transcurso de la campaña. Lo que se intuye es una campaña de perfil bajo a nivel de propuestas, ya que a ninguno le interesa en exceso “mojarse”. Esto provocará un mayor encrespamiento en otros temas, tal vez de menor interés para el ciudadano.

Rubalcaba no puede hacer grandes propuestas económicas y sociales de corte radical, ya que incurriría en una gran incoherencia, ¿por qué no las hizo cuándo estaba en el gobierno?, y ¿por qué no las hizo el mismo partido que ahora gobierna y ahora le avala a él como candidato? Si algo castiga el electorado es precisamente la incoherencia.

En un anterior artículo de mi blog ya predecía cómo el PP, a través de sus primeras espadas le atacaría esa incoherencia nada más se conociese su candidatura. Y así fue, Pons nos “martillea” todos los días con esa cantinela.

En cuanto a Rajoy, pasa algo parecido. Todos sabemos que una vez en el gobierno, tendría que realizar políticas de recorte (la moda es llamarlas eufemísticamente de ajuste) que poco gustarán a la ciudadanía. Pero no le queda otra, vista la actual situación. Y lo que ha hecho Zapatero hasta ahora es un ejemplo de ello. Por tanto, a Rajoy le basta con que la situación económica se agrave y la gente quiera un cambio sin plantearse exactamente en qué consiste el cambio, lo importante es que haya un cambio. Esto sería lo ideal para el PP.

Así pues, asistiremos a una lucha cuyo campo de batalla será el de los temas a debatir. ¿Qué temas se impondrán durante la campaña? o tal y cómo denominamos en comunicación política, ¿cuáles serán los “issues” sobre los que girará la contienda?

Los estudios demuestran que al PP se le otorga un mayor reconocimiento en temas como la seguridad (terrorismo), y la economía. Mientras que al PSOE se le reconoce que domina el campo de los derechos y libertades sociales. Por tanto cada partido intentará imponernos cada mañana en los medios, a través de su agenda política, los temas que a ellos les benefician, ya que si se habla de lo que ellos dominan, el mensaje es más convincente. Ya no digamos si persuadimos al electorado de que el tema en cuestión que dominamos es el principal problema a solucionar.

Y el actual problema sin duda es la economía y el paro. Pero llegados a este punto, ¿a los dos partidos les interesa hablar de este tema? La respuesta es NO. Por lo ya comentado ni a unos ni a otros les interesa mojarse. Por lo que cuando toque hablar de economía, el PP reforzará su imagen hablando del pasado, de que siempre heredan situaciones difíciles de los socialistas y logran después salvar el país, y del presente, recordarán constantemente los datos económicos negativos en la gestión socialista del gobierno.

Y el PSOE hablará de brotes verdes (si los hubiera) y sobre todo deberían intentar plantearle constantemente a Rajoy, qué medidas alternativas y concretas propone para solucionar o paliar la actual crisis. Eso sí, en contraste con las que él plantea y realizó como parte del gobierno. La respuesta seguramente sería muy genérica, voluntarista y finalista (enunciación de objetivos sin más), y esto podría beneficiar a los socialistas con el electorado indeciso.

Aunque hay que matizar esto último, ya que el Partido Popular con el tema de la austeridad tiene un filón (el caso del PP gallego es un ejemplo), me refiero a que es un término aceptado por la sociedad como positivo, y en el que confluye una esencia de valores que se perciben como necesarios en la gestión de lo público, y que los socialistas gallegos no han sabido contrarrestar. Es más han entrado en su juego. Pero para ello es necesario un mensaje de contraste. Frente al PP austero es necesario un PSOE derrochador, así que seguramente veremos cómo los populares nos presentan una batería de gastos superfluos por parte del gobierno ZP o de gobiernos autonómicos socialistas. (Cospedal  ya empezó los deberes en este sentido).

¿Y si no se habla de economía de qué se habla?
Es previsible que el PP realice un continuo ejercicio de asociación de Rubalcaba con la gestión de Zapatero. E intentará imponer sus “issues”. Ya últimamente vemos cómo el PP intenta que el tema de debate sea el terrorismo. Así evitan hablar de lo importante, e imponen un tema- “issue” que dominan. Si bien es arriesgado, puesto que uno de los aspectos positivos de Rubalcaba es precisamente su buena gestión como Ministro del Interior. Particularmente creo que es un error del PP meterse en esa charca.

El equipo de Rubalcaba buscará personalizar aún más si cabe la campaña. Hacer que el motivo de elección no sea la coyuntura, ni los proyectos, ni los partidos, sino las personas, los candidatos. O eso deberían hacer ateniéndose a una de las pocas luces que se vislumbran en su camino electoral. Un 40% de los ciudadanos manifiesta que Rubalcaba sería mejor presidente, frente a un 32% que considera que lo sería Rajoy. (Fuente: CIS, Agosto 2011).

Convertir la campaña en una lucha de egos, podría darle algún rédito a los socialistas; y precisamente los debates cara a cara en televisión les serían de gran ayuda. Por eso es dudoso que Rajoy, pese que su equipo ha aceptado realizarlos, acepte asistir a un debate en el que tiene mucho más que perder, que ganar. Y de explicar porqué no hay debate ya se ocupará Pons.

¿Y quienes hablarán?
Por supuesto, los candidatos tendrán un papel preponderante, no obstante sus primeras espadas también. Asistiremos al efecto teatral del “poli bueno y poli malo”, en el que el papel de poli malo será ejercido por los primeras espadas de cada candidato, para que así la imagen de estos no se vea salpicada por los golpes bajos de la refriega electoral.

Y es en este punto, donde tal vez el PP tenga clara ventaja, por el mayor número de personalidades del partido que arropan a Rajoy, y por su mayor grado de conocimiento y valoración. Particularmente, Pons parece mejor comunicador y más solvente que Elena Valenciano.

Una evidencia fue la poco afortunada primera intervención de esta, diciendo que “el discurso de Rubalcaba no es una enmienda a la totalidad de la política de Zapatero” (Su mensaje a la defensiva usando textualmente las palabras del rival reforzó el mensaje del PP. Gran fallo para alguien que es la portavoz de un candidato en unas elecciones).

Y como decía, hablarán los candidatos, lo que digan y cómo lo digan será objeto de opinión y análisis las semanas venideras, después de esta tensa calma condicionada por el mes de agosto.

Y lo que comuniquen buscará movilizar el voto. El “target” principal de los socialistas será su voto estructural, deberán motivar a ese voto de izquierda descontento, y la única vía de llegar a este público objetivo es por medio de la fibra emocional, la sempiterna batalla de la izquierda y la derecha. 

Por el contrario, el Partido Popular pretenderá aglutinar en su voto a su electorado, y al voto indeciso y crítico con la gestión del actual gobierno. Y aquí aparece una nueva amenaza, y es que ese electorado crítico vea tan fácil la victoria, que decida quedarse en casa porque las elecciones ya están ganadas. (Efecto “bandwagon” Vs efecto “under dog”).

PARA QUÉ: Para ganar, y  eso lo condiciona todo, ese es el objetivo y a tal fin se emplearán todos los recursos logísticos y humanos de los partidos. La estrategia política, como toda estrategia, no escapa a los símiles militares, y por tanto ganará el que domine el campo de batalla, disponga la mejor estrategia, y tenga a los mejores generales a cargo de los movimientos tácticos de tropas y recursos.

El problema puede surgir en cómo se gane. Las expectativas son tan altas en el caso del PP (a día de hoy todo apunta a que roza los 190 escaños), que de no lograr una victoria holgada podría verse discutido su éxito.

Iniciaba este análisis con una máxima militar, y lo cierro con el gran SUN-TZU, “no rodees por entero al enemigo o luchará hasta la muerte”. El PP debe tener cuidado de no “abusar” demasiado con los socialistas, ya que podría movilizar el voto rival.


9 de julio de 2011

Excusatio non petita...



El PP sostiene que Negreira cumple con la austeridad pese a cobrar casi igual que el presidente de la Xunta

Miranda insiste en que el nuevo gobierno local costará 1,3 millones menos


El PP debería tener cuidado con noticias como esta, que bien pueden ir minando su imagen de marca que más les identifica en Galicia, la austeridad. Como ya sabéis, la incoherencia es algo que el electorado suele castigar (sobre todo el sector más indeciso).

No es muy austero realizar medidas de recorte que suponen sacrificios para ciertas áreas, y que aquel que debe ejemplificar ese sacrificio no proceda a ello en lo que respecta a su bolsillo. Esto es lo que percibe la mayoría de los ciudadanos.

Y aunque finalmente con todas esas medidas se logre reducir gasto, no quita que al final la forma en que han presentado esto les puede provocar un efecto contrario al deseado. Ya que exige una labor de explicación o justificación que en nada favorece al PP coruñés y a la comunicación de esa medida. (ya se sabe, excusatio non petita, culpatio manifesta).

Al final, la gente no se queda con lo que se ahorra sino con lo que gana el alcalde.

El PSOE gallego debe recuperar su rumbo





El PSdeG quiere eliminar 127 coches oficiales de la Xunta

El número de vehículos de altos cargos pasaría de 157 a 30//El PSdeG calcula un ahorro anual de 1,5 millones de euros




Esta es la evidencia de que el PSOE en Galicia está desnortado. La AUSTERIDAD es una seña de identidad de la marca del PP, sobre todo en Galicia. Si le preguntamos a cada gallego que asocie a Feijóo con una palabra, mayormente la respuesta será "austeridad".

Para bien o para mal, es un concepto que domina el PP gallego. Y lo curioso es que el PSG-PSOE está entrando en él, lo cual les resta credibilidad y deja bien a las claras que a día de hoy no tienen propuesta posible.

Si en el subconsciente colectivo están presentes las ideas de CRISIS, APRETARSE EL CINTURÓN, AUSTERIDAD, etc. (Incluso entre la mayoría del electorado progresista) es evidente que aquellos que hacen de todo esto su imagen y su discurso lo tienen más fácil a la hora de convencer a la sociedad y al electorado durante una campaña electoral.

El PP ha dispuesto el tablero de ajedrez del debate político, en el que las piezas son conceptos y términos que ellos han logrado imponer en la sociedad, y que esta ha admitido. El problema para el PSOE gallego es que ha aceptado librar la batalla con las mis armas y piezas del rival. Y es difícil ganar cuando el contrario domina el campo de batalla y los elementos.

Al PSG-PSOE le urge encontrar cuanto antes un discurso diferenciador que además sea coherente con su esencia ideológica. Intentar ser más papistas que el Papa no parece que sea el camino.