Sic et Non

21 de noviembre de 2010

"En el punto de mira": Socorro García. Santiago Siete, 19/11/2010


LENGUAJE KINÉSICO


¿No les pasa a menudo, que observan a alguien dar indicaciones cuando se le pregunta cómo llegar a un determinado sitio, y además de explicárselo verbalmente observamos que se realizan gestos exagerados con las manos queriendo indicar cada cruce, calle, derecha, izquierda…? A veces resulta un tanto cómico tanta puesta en escena para decirle a alguien: siga recto y en la segunda gire a la derecha. Y aún así cuando nos toca a alguno de nosotros hacemos lo mismo.

El lenguaje de los gestos forma parte de lo que se denomina lenguaje kinésico, y este a su vez junto con la proxémica y la paralingüística constituyen los tres pilares sobre los que se sustenta la comunicación no verbal.

Realizamos gestos para enriquecer y contextualizar mejor nuestro mensaje, ocurre en el día a día, todos lo hacemos, y como ya les comenté en uno de mis primeros artículos, diversos estudios confirman que como mínimo la comunicación no verbal supone el 60% de nuestra comunicación personal.

Y la mayoría de los gestos los realizamos con las manos. Por ello todo comunicador debe tener claro que las manos también expresan. Los políticos como comunicadores que son, cada vez son más conscientes de ello.

Nuestra teniente de alcalde SOCORRO GARCÍA CONDE debería ahondar en esto, no solo por su cargo sino porque además es la portavoz de su grupo municipal. Sus buenas habilidades como oradora desde un punto de vista verbal o argumental se ven poco potenciadas por su escasa comunicación no verbal y esto provoca una cierta disonancia. En sus intervenciones ante medios siempre entrecruza las manos, y aunque a veces aflora algún gesto, rápidamente vuelve a cruzarlas.

Esto obedece a que se sienta pegada a la mesa, no usa el respaldo de la silla y por tanto acaba apoyando los brazos sobre la mesa, lo que provoca que descargue el peso corporal sobre los antebrazos y a su vez sobre las manos, y éstas por tanto no puedan tener la suficiente libertad para moverse. Esta postura en la silla además provoca una elevación de los hombros con lo que la imagen finalmente resulta poco telegénica.

Es importante que además mejore su contacto visual con sus interlocutores, ya que resta credibilidad y aporta inseguridad. La misma que genera cuando juega con el anillo o con el reloj durante las entrevistas.

Pero considero interesante destacar su valentía para comparecer en entrevistas sin papeles o guiones, así como su habilidad para conjugar su vestuario con un color de pelo que suele caracterizar su imagen personal.


Santiago Martínez Suárez


Consultor político y ‘Media trainer’

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