Existe una máxima militar que reza lo siguiente: “Ningún plan de batalla resiste el contacto con el enemigo”.
Y la verdad es que es de una gran aplicación en el campo de la comunicación y la estrategia política si extrapolamos la frase a una batalla electoral, en la que los equipos de campaña ya llevan durante meses diseñada la estrategia, incluso si son buenos y profesionales como se les presupone, también tendrán configuradas las diferentes posibles estrategias que ejecutar ante cualquier eventualidad. Puesto que el contacto con el rival suele desmontar sino totalmente, sí en parte, el plan inicial.
Para analizar la próxima contienda electoral sin que aún no haya habido mucho contacto entre los rivales, permitidme que haga uso del hexámetro del retórico medieval M. Vendôme, para responder al quién, qué, dónde, cuándo, cómo y para qué de estas elecciones.
QUIÉN: Si bien es cierto que nuestro sistema político alberga múltiples partidos políticos. Solo dos cuentan con posibilidades de erigirse vencedores, el Partido Socialista y el Partido Popular. Pero debemos señalar que cada vez más asistimos a una personalización de la política, es decir, más importante que los partidos resultan ser las personas de los candidatos, en este caso Rubalcaba y Rajoy.
Sin entrar en un análisis pormenorizado de cada uno. Realizaré un rápido y sencillo DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortaleza y Oportunidades). Seguramente sus equipos habrán usado esta misma información en el diseño de su estrategia. Eso sí, después de haberla testado por medio de los numerosos y diversos sondeos. El objetivo es transformar sus debilidades y amenazas propias en fortalezas y oportunidades. Y al contrario, intentar exprimir las debilidades y amenazas de su rival.
Rubalcaba cuenta como mayor debilidad con su reciente papel preponderante en el gobierno de Zapatero como portavoz y vicepresidente, lo que provoca que en muchos ciudadanos haya una transferencia negativa de valor al asociar su imagen a la de Zapatero.
Su amenaza es la mayor o menor recuperación económica que de aquí a noviembre pueda haber, concretamente serán importantes las cifras del paro, (La crisis de la deuda también puede ser un gran hándicap), y tampoco deberíamos obviar el devenir del caso Faisán.
La fortaleza principal del candidato socialista es su propia imagen de trabajador y gran comunicador, incluso sus rivales le reconocen sus habilidades en el manejo del poder. Las encuestas ya demuestran un cierto efecto Rubalcaba en la intención de voto socialista y en su valoración frente a Rajoy.
En cuanto a su oportunidad, sin duda será precisamente la imagen de su rival, Rajoy, no tan valorada. De hecho lo mejor para Rubalcaba sería que existiesen debates cara a cara televisados, ya que en los mismos podrían hacer valer sus mejores habilidades retóricas y persuasivas. Una noticia positiva relativa al fin de ETA también podría ser un espaldarazo enorme para sus opciones.
Rajoy cuenta con una gran debilidad, y es su imagen de perdedor siempre que ha disputado unas generales, lo cual le ha provocado que en su devenir como candidato del PP los últimos años no haya contado con un gran carisma por parte de los ciudadanos (las encuestas así lo han venido reflejando con sus pobres valoraciones). Tampoco sus limitadas aptitudes y actitudes comunicativas ayudan a tal fin. Aunque también ha de decirse que las últimas victorias electorales han permitido variar esta percepción.
La principal amenaza para Rajoy sería un debate cara a cara con Rubalcaba, ya que todo parece indicar que no saldría favorecido. Salvo que convierta esta amenaza en una oportunidad y entrene seriamente estos debates con especialistas, y no encerrándose en un despacho el día anterior con sus asesores más cercanos. Si Rajoy logra hacer un debate solvente habría un efecto rebote favorable a Rajoy, y hundiría aún más las pocas expectativas de Rubalcaba. Un ejemplo de previsión de amenaza detectada, y corregida a tiempo, ha sido el tema Camps.
Su gran fortaleza es el trabajo de estos años que le ha permitido ir mejorando su imagen, (las últimas elecciones europeas y municipales han ayudado mucho. Parece que la Marea azul es imparable). Sobre todo la percepción que de él se tiene como una persona que siempre sale a flote de las crisis que le rodean sin que a él le salpiquen, sin hacer mucho ruido ha logrado demostrar tener una gran cintura política través de una habilidad poco vista en la clase política, la paciencia y el dominio de los ritmos, de los tiempos.
Su oportunidad, sin duda, reside en el desgaste de su rival por medio de la asociación de su imagen y proyecto con el de Zapatero, así como toda la situación económica actual que hace que nade a favor de corriente.
QUÉ: Obviamente lo que se decide en estas elecciones es el futuro presidente España. Aunque a título personal, está claro que el que pierda no solo perderá la opción de la presidencia, sino que previsiblemente también su futuro político.
DÓNDE: Pues sí, España, este país constituido en autonomías y cuya circunscripción electoral es la provincia. Un sistema y una división geo-política que provoca que algunas plazas sean más importantes que otras en esta batalla electoral. Cataluña, Madrid, Valencia y Andalucía suelen ser los bastiones más importantes. Precisamente los previsibles malos datos del PSOE en Cataluña y Andalucía no le deparan nada positivo.
CUÁNDO: El 20 de noviembre es la fecha elegida por Zapatero (y Rubalcaba) para las próximas elecciones. El adelanto electoral viene a confirmar que a Rubalcaba le incomoda que se alargase una situación en la que constantemente tenía que estar a la defensiva por su pasado en el gobierno de ZP. Obligando así, a provocar un cambio de discurso en el PP, menos destructivo y más propositivo (lo cual esto último, no les interesa a los populares).
La fecha en sí también puede verse como un riesgo, ya que hacer coincidir los comicios con el aniversario del fallecimiento de Franco puede verse como una medida desesperada. Si bien puede ocurrir que sí surta efectos positivos para el PSOE, puesto que el constante bombardeo informativo que habrá en esa fecha con tal efeméride, provocará una cierta movilización del voto socialista actualmente desencantado. Movilización que de otro modo no se lograría, sino es invocando a cuestiones emocionales de confrontación de la izquierda con la derecha.
CÓMO: Si bien este apartado exigirá su análisis particular con el transcurso de la campaña. Lo que se intuye es una campaña de perfil bajo a nivel de propuestas, ya que a ninguno le interesa en exceso “mojarse”. Esto provocará un mayor encrespamiento en otros temas, tal vez de menor interés para el ciudadano.
Rubalcaba no puede hacer grandes propuestas económicas y sociales de corte radical, ya que incurriría en una gran incoherencia, ¿por qué no las hizo cuándo estaba en el gobierno?, y ¿por qué no las hizo el mismo partido que ahora gobierna y ahora le avala a él como candidato? Si algo castiga el electorado es precisamente la incoherencia.
En un anterior artículo de mi blog ya predecía cómo el PP, a través de sus primeras espadas le atacaría esa incoherencia nada más se conociese su candidatura. Y así fue, Pons nos “martillea” todos los días con esa cantinela.
En cuanto a Rajoy, pasa algo parecido. Todos sabemos que una vez en el gobierno, tendría que realizar políticas de recorte (la moda es llamarlas eufemísticamente de ajuste) que poco gustarán a la ciudadanía. Pero no le queda otra, vista la actual situación. Y lo que ha hecho Zapatero hasta ahora es un ejemplo de ello. Por tanto, a Rajoy le basta con que la situación económica se agrave y la gente quiera un cambio sin plantearse exactamente en qué consiste el cambio, lo importante es que haya un cambio. Esto sería lo ideal para el PP.
Así pues, asistiremos a una lucha cuyo campo de batalla será el de los temas a debatir. ¿Qué temas se impondrán durante la campaña? o tal y cómo denominamos en comunicación política, ¿cuáles serán los “issues” sobre los que girará la contienda?
Los estudios demuestran que al PP se le otorga un mayor reconocimiento en temas como la seguridad (terrorismo), y la economía. Mientras que al PSOE se le reconoce que domina el campo de los derechos y libertades sociales. Por tanto cada partido intentará imponernos cada mañana en los medios, a través de su agenda política, los temas que a ellos les benefician, ya que si se habla de lo que ellos dominan, el mensaje es más convincente. Ya no digamos si persuadimos al electorado de que el tema en cuestión que dominamos es el principal problema a solucionar.
Y el actual problema sin duda es la economía y el paro. Pero llegados a este punto, ¿a los dos partidos les interesa hablar de este tema? La respuesta es NO. Por lo ya comentado ni a unos ni a otros les interesa mojarse. Por lo que cuando toque hablar de economía, el PP reforzará su imagen hablando del pasado, de que siempre heredan situaciones difíciles de los socialistas y logran después salvar el país, y del presente, recordarán constantemente los datos económicos negativos en la gestión socialista del gobierno.
Y el PSOE hablará de brotes verdes (si los hubiera) y sobre todo deberían intentar plantearle constantemente a Rajoy, qué medidas alternativas y concretas propone para solucionar o paliar la actual crisis. Eso sí, en contraste con las que él plantea y realizó como parte del gobierno. La respuesta seguramente sería muy genérica, voluntarista y finalista (enunciación de objetivos sin más), y esto podría beneficiar a los socialistas con el electorado indeciso.
Aunque hay que matizar esto último, ya que el Partido Popular con el tema de la austeridad tiene un filón (el caso del PP gallego es un ejemplo), me refiero a que es un término aceptado por la sociedad como positivo, y en el que confluye una esencia de valores que se perciben como necesarios en la gestión de lo público, y que los socialistas gallegos no han sabido contrarrestar. Es más han entrado en su juego. Pero para ello es necesario un mensaje de contraste. Frente al PP austero es necesario un PSOE derrochador, así que seguramente veremos cómo los populares nos presentan una batería de gastos superfluos por parte del gobierno ZP o de gobiernos autonómicos socialistas. (Cospedal ya empezó los deberes en este sentido).
¿Y si no se habla de economía de qué se habla?
Es previsible que el PP realice un continuo ejercicio de asociación de Rubalcaba con la gestión de Zapatero. E intentará imponer sus “issues”. Ya últimamente vemos cómo el PP intenta que el tema de debate sea el terrorismo. Así evitan hablar de lo importante, e imponen un tema- “issue” que dominan. Si bien es arriesgado, puesto que uno de los aspectos positivos de Rubalcaba es precisamente su buena gestión como Ministro del Interior. Particularmente creo que es un error del PP meterse en esa charca.
El equipo de Rubalcaba buscará personalizar aún más si cabe la campaña. Hacer que el motivo de elección no sea la coyuntura, ni los proyectos, ni los partidos, sino las personas, los candidatos. O eso deberían hacer ateniéndose a una de las pocas luces que se vislumbran en su camino electoral. Un 40% de los ciudadanos manifiesta que Rubalcaba sería mejor presidente, frente a un 32% que considera que lo sería Rajoy. (Fuente: CIS, Agosto 2011).
Convertir la campaña en una lucha de egos, podría darle algún rédito a los socialistas; y precisamente los debates cara a cara en televisión les serían de gran ayuda. Por eso es dudoso que Rajoy, pese que su equipo ha aceptado realizarlos, acepte asistir a un debate en el que tiene mucho más que perder, que ganar. Y de explicar porqué no hay debate ya se ocupará Pons.
¿Y quienes hablarán?
Por supuesto, los candidatos tendrán un papel preponderante, no obstante sus primeras espadas también. Asistiremos al efecto teatral del “poli bueno y poli malo”, en el que el papel de poli malo será ejercido por los primeras espadas de cada candidato, para que así la imagen de estos no se vea salpicada por los golpes bajos de la refriega electoral.
Y es en este punto, donde tal vez el PP tenga clara ventaja, por el mayor número de personalidades del partido que arropan a Rajoy, y por su mayor grado de conocimiento y valoración. Particularmente, Pons parece mejor comunicador y más solvente que Elena Valenciano.
Una evidencia fue la poco afortunada primera intervención de esta, diciendo que “el discurso de Rubalcaba no es una enmienda a la totalidad de la política de Zapatero” (Su mensaje a la defensiva usando textualmente las palabras del rival reforzó el mensaje del PP. Gran fallo para alguien que es la portavoz de un candidato en unas elecciones).
Y como decía, hablarán los candidatos, lo que digan y cómo lo digan será objeto de opinión y análisis las semanas venideras, después de esta tensa calma condicionada por el mes de agosto.
Y lo que comuniquen buscará movilizar el voto. El “target” principal de los socialistas será su voto estructural, deberán motivar a ese voto de izquierda descontento, y la única vía de llegar a este público objetivo es por medio de la fibra emocional, la sempiterna batalla de la izquierda y la derecha.
Por el contrario, el Partido Popular pretenderá aglutinar en su voto a su electorado, y al voto indeciso y crítico con la gestión del actual gobierno. Y aquí aparece una nueva amenaza, y es que ese electorado crítico vea tan fácil la victoria, que decida quedarse en casa porque las elecciones ya están ganadas. (Efecto “bandwagon” Vs efecto “under dog”).
PARA QUÉ: Para ganar, y eso lo condiciona todo, ese es el objetivo y a tal fin se emplearán todos los recursos logísticos y humanos de los partidos. La estrategia política, como toda estrategia, no escapa a los símiles militares, y por tanto ganará el que domine el campo de batalla, disponga la mejor estrategia, y tenga a los mejores generales a cargo de los movimientos tácticos de tropas y recursos.
El problema puede surgir en cómo se gane. Las expectativas son tan altas en el caso del PP (a día de hoy todo apunta a que roza los 190 escaños), que de no lograr una victoria holgada podría verse discutido su éxito.
Iniciaba este análisis con una máxima militar, y lo cierro con el gran SUN-TZU, “no rodees por entero al enemigo o luchará hasta la muerte”. El PP debe tener cuidado de no “abusar” demasiado con los socialistas, ya que podría movilizar el voto rival.
Habrá debate televisivo Rajoy Rubalcaba? Se atreverá el Sr. Rajoy o permanecerá en las trincheras de la retaguardia, frotándose las manos mientras se hunde España ante la ineptitud socialista. Sr. Rajoy le recuerdo una de las máximas favoritas de Napoleón: aquel que se esconde detrás de sus murallas... caerá.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog, Santi. Es muy bueno.
Paulo López Porto.
Gracias a ti Paulo por comentarlo y por supuesto por calificarlo tan bien. Yo sigo opinando que no habrá debate pese a lo que se ha publicado. Hay tiempo de sobra para desmentir lo dicho.
ResponderEliminarPor cierto, se me habían olvidado tus conocimientos sobre estrategia militar. Veo que el Total War nos ha hecho mella, jajaja.
Un fuerte abrazo.
Un blog excelente, al igual que quien lo escribe :). En cuanto al contenido yo me quedo con dos ideas: la primera, es la gran igualdad entre los candidatos, pese a lo que pueda parecer a priori. Ambos tienen una gran experiencia política, y los dos saben manejar muy bien los tiempos: Rajoy es como una apisonadora, que va muy despacio, pero que al final lo deja todo liso, y que digan lo que digan, siempre se sale con la suya: ahí están los casos de Pons, Aguirre o Cospedal, donde al final ha impuesto su criterio. Y Rubalcaba ha conseguido eliminar las primarias y su estrategia está clara: él es el candidato, y no el PSOE: ningún logo en su famosa R de presentación. Creo que la confrontación vendrá marcada por dos líneas de ataque: el PSOE impondrá la persona de Rubalcaba, en una campaña personalista, para que el votante lo vea como una solución, primando su capacidad de gestión siempre que ha estado en el gobierno (él nunca ha dirigido un equipo económico, pero siempre ha salido bien parado de todos los ministerios por los que ha pasado). Por otro lado, el PP impondrá la estrategia de equipo, intentando demostrar la eficacia de su gestión desde las comunidades autónomas donde gobierna, para que el votante vea que se pueden hacer mejor las cosas. Luego veremos como van variando sus estrategias.
ResponderEliminarEl segundo punto, es el de los "tapados". Hay dos imprevistos "previsibles" en estas elecciones que marcarán el resultado final: por un lado, el papel de los partidos minoritarios; lo que ocurra en el País Vasco y Cataluña no será algo de menor entidad en esta ocasión. Bildu y PNV se pueden llevar por delante el voto de PSOE y PP respectivamente, y restar un buen número de escaños. Por otra parte, CIU parte con una posición ventajosa a priori, pero los enormes recortes sociales que ha llevado a cabo Mas en estos meses, pueden hacer que parte del voto ganado al PSOE en las autonómicas, vuelva a sus orígenes. No es un tema baladí, ya que seguramente en esas dos comunidades se juegue la mayoría absoluta y por ende, los futuros interlocutores de los pactos post-electorales.
El segundo imprevisto, es cómo se va a ver la gestión de PSOE y PP. La Historia nos recuerda que el partido socialista es muy hábil a la hora de matar a sus líderes y enterrarlos en el olvido, como hizo Borrell con Felipe González; solo la presión interna le impidió medirse a Aznar, pero pocos recordaban los desastres del gobierno felipista cuando Borrell ganó las primarias, y ese factor es el que jugará ahora Rubalcaba entre sus bases. La pregunta es, ¿será el nuevo Borrell, o sucumbirá como le ocurrió a Almunia?. En cuanto al PP, las elecciones le vienen demasiado tarde; se verá obligado a presentarse a ellas con los presupuestos de sus comunidades ya aprobados, o de lo contrario el PSOE lo barrerá en el tema económico, lo que puede movilizar al voto socialista contra los recortes sociales. El cómo se gestionen los presupuestos autonómicos, será la piedra de toque del resultado electoral: Rajoy sabe de su débil imagen, pero siempre se ha apoyado en la fortaleza de su partido (justo al contrario que Rubalcaba); ahí es donde el PSOE va a atacar, como ya se vio en el Consejo de política fiscal, dejando en fuera de juego a algunas Comunidades y dividiendo al PP en su mensaje.
Septiembre será el mes clave con la aprobación de los presupuestos autonómicos, octubre será el mes en el que Rubalcaba mandará a la infantería, y en noviembre veremos la estrategia definitiva de los partidos. Lástima que hasta entonces, el país quedará a merced de Europa y los mercados.
"El que pone a todo el ejército en movimiento para perseguir una ventaja no la obtendrá", Sun Tzu.
ResponderEliminarGrande Andrés. Espero ansioso que nos veamos el martes y profundizar en tu brillante análisis. Por favor escribe en mi blog cuando quieras, es un lujo poder leerte. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminar