Sic et Non

8 de enero de 2011

"En el punto de mira": Mar Martín. Santiago Siete, 23/12/2010



Todos cuando realizamos cualquier tipo de actividad nos caracterizamos por hacerlo de algún modo que nos define e incluso nos diferencia, y muchas veces esos modos son fortalezas que o bien tenemos ocultas, o bien no sabemos hacer aflorar o potenciar aún más.

En la comunicación personal ocurre lo mismo, cuando se enseña a alguien a hablar en público solemos buscar las fortalezas de las personas que ayuden a potenciarles y a la vez contribuyan a camuflar sus debilidades, se trata de encontrarlas y entrenarlas.

Así cuando hablamos a los demás todos tenemos esa fuerza, puede ser la voz, los gestos, la sonrisa, la mirada, la energía que uno pone al hablar, o la tranquilidad con que exponemos nuestras opiniones. Pero un mal empleo o el abuso de esa supuesta potencialidad puede generar cierto efecto de reactancia en los demás, y al final lo que tenemos es una debilidad que no nos ayuda a transmitir mejor.

Nuestra concelleira Mar Martín se caracteriza por tener una fortaleza que le aporta credibilidad y seguridad, si bien su voz inicialmente puede chocar por ser algo áspera pronto se aprecia un tono y una velocidad con sus pausas que aportan tranquilidad en la escucha y seguridad.

Sus gestos con las manos son muy adecuados, coherentes con lo que dice, no transmite para nada cerrazón alguna. No obstante, como decíamos antes debe cuidar que esa fuerza que tiene no se convierta en una debilidad, el peligro de su tono de voz es que al cabo de un tiempo genera cierto letargo en la audiencia. Tampoco ayudan sus respuestas a veces demasiado extensas. Abreviar un poco, y ser algo más incisiva enfatizando puntualmente durante sus intervenciones podrían ayudar a evitar este posible efecto negativo.

Cabe destacar su buen uso de la mirada, reteniéndola en el entrevistador o en el público, aunque debe evitar cierto tic sobre todo al inicio de sus respuestas, un tic que por cierto caracteriza a muchos políticos, cual es mirar hacia arriba como intentando memorizar o proyectar la respuesta, esto resta naturalidad, pues recuerda a quien va a un examen y a la pregunta del profesor intenta buscar la respuesta que lleva memorizada o idear la respuesta que no ha preparado.



Santiago Martínez
Consultor político y "Media trainer"

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