Sic et Non

29 de julio de 2012

Blanco y en botella. (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)




Desde hace meses, se viene debatiendo sobre si los gallegos seremos llamados a las urnas próximamente en el caso de que Feijóo, finalmente se anime a adelantar las elecciones autonómicas, cosa que cada vez parece más probable, teniendo en cuenta la erosión que las medidas de recorte del Gobierno de Rajoy están generando en los populares gallegos, y el desgaste va en aumento. Además la oposición está sin rumbo, los nacionalistas, fragmentados y divididos; y los socialistas, aún están decidiendo cuál será su líder para recuperar el gobierno gallego. El escenario pues, es propicio para un adelanto electoral.

Esto último puede ser la gran baza con la que cuente el Presidente de la Xunta para revalidar mandato. No obstante, puede desvanecerse dicha ventaja, si por el contrario, la ciudadanía observa una alternativa poderosa y con posibilidades reales de ofrecer un cambio.

Y en este posible escenario, muchos miran a Pepe Blanco como el candidato idóneo. Siendo realistas, y al margen de lo que finalmente ocurra con su involucración judicial en el caso Campeón, Blanco sería un excelente candidato. Su paso por el importante Ministerio de Fomento le permitió proyectar en Galicia una imagen de impulsor y defensor de los intereses gallegos en una materia tan sensible como son las infraestructuras viarias, ferroviarias y aeroportuarias. Y este es un hecho reconocido incluso entre el electorado del partido Popular. No lo digo yo, lo dicen los estudios demoscópicos. Por tanto, Blanco y en botella…

José Blanco, tiene mayor y mejor grado de conocimiento que el actual previsible candidato de los socialistas, Pachi Vázquez. Que es más carismático, no lo digo yo, lo dicen las encuestas. Y además lograría evitar la imagen de división interna que actualmente sufre el PSOE gallego en diferentes frentes, el más importante, en la agrupación viguesa.

Por tanto, el PP en Galicia tendría serios problemas si finalmente Pepe Blanco decidiera dar un paso al frente y presentarse como candidato a la Xunta. No obstante, deberá cuidarse mucho de cómo le pueda salpicar judicialmente, y gasolineras aparte,  el caso Campeón. Y también deberá observar con quien se junta en una coyuntura como la actual, donde la gente desconfía más de Rubalcaba que de Rajoy, precisamente por un pasado de gobierno socialista en España, del que Blanco también fue partícipe. No lo digo yo, lo dicen los sondeos de opinión.

Por último, quisiera comentar que parece ser que el ex alcalde de Santiago, Bugallo, tendría un papel relevante en esta posible nueva aventura política de Blanco. Yo me pregunto, ¿Realmente le interesa rodearse de gente, que recientemente ha perdido una alcaldía?



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