Desde
el pasado 21 de octubre, todos los días, siempre hay alguien que me pregunta
acerca de mi impresión sobre el nuevo panorama político que se abre en Galicia
a raíz del resultado electoral.
Y
siempre respondo, más cómo estratega que como analista, que lo que más me
sorprende son los resultados en clave local, en donde la nueva formación de
Beiras, ha logrado auparse al segundo lugar, en numerosos municipios gallegos. Tal
es el caso de nuestro ayuntamiento. El reto será, por tanto, ver si AGE crea un
discurso parlamentario propio, propositivo, y si es capaz de vertebrarse
socialmente como organización a nivel municipal en toda Galicia.
Estas
elecciones no solo han provocado obvios movimientos en el Parlamento gallego,
sino que además también ha afectado a los escaños del pleno municipal
compostelano. A la ausencia de la concejala socialista Marisa del Río, hay que
añadir la despedida de dos figuras muy relevantes en el transcurrir de la política
compostelana durante muchos años, Xosé Sánchez Bugallo y Paula Prado. El ex
alcalde socialista, después de treinta años abandona el sillón compostelano, no
sin antes haberse asegurado otro en el parlamento gallego. No sé a ustedes,
pero a mí particularmente me da mucho que pensar.
Se abre
ahora una interesante lucha por el relevo en la dirección de los socialistas,
lucha en la que si estos analizan bien las causas de sus últimas derrotas
electorales, podrán encontrar algo de luz para saber a quien elegir o a quien
no. Tal y como afirmaron el 21-O, la ciudadanía ha hablado y les ha mandado un
mensaje, deberían entonces, tomar buena nota de ello.
El caso
de la edil popular, también tiene su grado de polémica, ya que mucho se
especuló en su momento, acerca de sus posibilidades como sustituta en la
alcaldía, tras la caída en desgracia de Conde Roa. Finalmente el elegido fue
Angel Currás, y es obvio que dos gallos no pueden estar en el mismo gallinero.
Bien es sabido que desde aquella, existen divisiones internas en el equipo de
gobierno, y estas además han sido cada vez más visibles, por lo que la doble
condición de concejala y parlamentaria de Paula Prado, ha resultado ser muy
oportuna para el alcalde, allanándole su camino como candidato a la reelección,
al ser obligada esta, a renunciar a la concejalía y dedicarse exclusivamente a
su condición de parlamentaria en el Horreo.
Parece
pues, que los próximos años no nos aburriremos en el Parlamento gallego con la
irrupción de Beiras, y con un Jorquera experto parlamentario en Madrid. Y en
Santiago, con un alcalde que se va creciendo, y una oposición, en la que
urgentemente, nacionalistas y socialistas necesitan encontrar su rumbo.
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