Comentaba en mi anterior columna, que una de las cosas que más me llamaba
la atención de los pasados resultados electorales gallegos, era el nuevo
panorama político que se abría en Galicia a nivel municipal, con la irrupción
de la nueva formación de Beiras, Anova. En Santiago, logró ser la segunda fuerza más votada. Por lo que mucho se
debate ahora, sobre si esta formación, lograría en unas futuribles municipales
repetir o mejorar este éxito electoral.
Lo primero que hay que matizar, es que tanto los comicios autonómicos como
los locales, son muy diferentes, ya que en estos últimos el voto es más
personalista, importa más la figura del candidato. Prueba de ello, es que
evidentemente Anova arrasaría si Beiras fuera el candidato a alcalde, cosa que
no podría decirse si quien se presentase fuera un desconocido. El problema para
esta nueva formación será imbricarse en la sociedad santiaguesa, encontrar un
discurso propio en clave local, y un candidato conocido y carismático, al
estilo Beiras.
Y a día de hoy, ¿Cuáles serían los otros candidatos si hoy se celebraran
elecciones en Santiago? Pues la respuesta no es fácil, curiosamente, la falta
de liderazgos en la oposición podría ayudarle al actual alcalde, al igual que le
ayudó recientemente a Feijoo. El problema
para él, es que aún hay margen para que el resto de partidos busquen sólidos
candidatos.
Lo que parece claro, y sobre todo tras la ausencia de Paula Prado de la
corporación municipal, es que Angel Currás será el candidato popular a la
alcaldía, algo obvio ahora, pero que hasta hace poco incluso se discutía. Y es
lógico, no acaba de contactar con la ciudadanía, debiera trabajar un poco más
su carisma y proyección personal en el uso de la agenda y medios municipales.
La alcaldía le dará un mayor reconocimiento de popularidad frente a sus
adversarios, pero eso no basta. Su ventaja, es que pese a que no suscita
pasiones, al menos tampoco provoca grandes rechazos, y con la que cae tampoco
eso es malo.
El otro previsible candidato, es el del BNG, Rubén Cela. Ya se presentó a
las últimas elecciones municipales, lo cual le valdrá de importante
experiencia, es un candidato joven y que suele patear la calle, y moverse entre
los agente sociales, culturales y económicos de la ciudad, no obstante debe
seguir mejorando sus niveles de popularidad, para muchos ciudadanos sigue
siendo un desconocido.
En cambio, con los socialistas, todo son incógnitas, tras el “retiro
dorado” de Bugallo al Parlamento de Galicia, se abre un proceso para buscar al
nuevo director que lidere la desafinada orquesta socialista. Espero que tomen
nota de sus primarias a nivel estatal, y de sus no primarias a nivel gallego.
Los efectos están a la vista, y los pasados resultados en las elecciones
locales ya les dieron un aviso. Particularmente llevo tiempo diciendo que en
Santiago una mujer sería una excelente candidata.
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