Entrevista
con Santiago Martínez, consultor político y profesor de oratoria
"A todas horas, buscamos persuadir a los demás"
"A todas horas, buscamos persuadir a los demás"
Juan Diego Sánchez. Siempre
es un placer hablar de oratoria, sobre todo, cuando lo hago con formadores con
horas y horas de experiencia. Es el caso de Santiago Martínez, un consultor políticoy
profesor de oratoria profesional y jurídica con las ideas muy claras. Hoy,
converso con él sobre comunicación política, persuasión, manipulación,
discursos y grandes oradores. Os invito a conocer su blog y su forma de trabajar.
Juan Diego: ¿Qué es ser un buen orador?
Santiago Martínez: Aquella persona
que como decía Albert Einstein, logra explicarle cualquier cosa a su abuela, y
además convencerla. Un buen orador es aquel que es capaz de pulsar en
las teclas adecuadas de su audiencia, dándoles lo que necesitan,
diciéndoles lo que ansían oír, y logrando ser creíble, convincente.
JD.: ¿Cómo diferenciamos la persuasión de la
manipulación?
SM.: Entre ambos
conceptos, hay una delgada línea roja, que viene marcada por la finalidad de
cada uno, la persuasión es algo que constantemente realizamos en el día a día, a
todas horas, buscamos persuadir a los demás sobre nuestra visión de
las cosas, en la familia, en el trabajo, en las relaciones de pareja, siempre
intentamos imponer nuestros criterios, puesto que creemos que son los mejores,
tal vez porque son los nuestros. Y ello no es malo, es lógico que así lo
hagamos.
Es más, internamente también nos auto persuadimos para lograr hacer aquello que nos proponemos. La persuasión logra, por tanto, cambiar las ideas, o actitudes de los demás acercándolas a las nuestras. Muchas veces lo hacemos de modo inconsciente, y otras de un modo más elaborado, destacando solo aquello que nos interesa, o sabiendo presentar las ventajas y minimizar los inconvenientes de una propuesta.
La manipulación, en cambio, ha venido teniendo una connotación peyorativa que no comparto. Me explico, un alfarero puede manipular el barro para hacer una obra de arte, es por tanto, un manipulador porque sabe aprovechar un estado de materia y darle una forma con la que esa materia gana atractivo, utilidad. Esto lo hacen los buenos oradores, comunicadores, incluso nosotros diariamente, le damos forma a nuestras ideas, a través del lenguaje, de la palabra.
Es más, internamente también nos auto persuadimos para lograr hacer aquello que nos proponemos. La persuasión logra, por tanto, cambiar las ideas, o actitudes de los demás acercándolas a las nuestras. Muchas veces lo hacemos de modo inconsciente, y otras de un modo más elaborado, destacando solo aquello que nos interesa, o sabiendo presentar las ventajas y minimizar los inconvenientes de una propuesta.
La manipulación, en cambio, ha venido teniendo una connotación peyorativa que no comparto. Me explico, un alfarero puede manipular el barro para hacer una obra de arte, es por tanto, un manipulador porque sabe aprovechar un estado de materia y darle una forma con la que esa materia gana atractivo, utilidad. Esto lo hacen los buenos oradores, comunicadores, incluso nosotros diariamente, le damos forma a nuestras ideas, a través del lenguaje, de la palabra.
Pero como decía, la connotación negativa del término manipulación viene dado cuando el uso y la finalidad de un mensaje es negativo, es decir, cuando los medios usados, o el fin buscado, son cuestionables. El uso de información de modo selectivo, la ocultación de datos, el uso de un lenguaje eminentemente emocional, demagógico u oportunista pueden ser cuestionables, porque por el camino, la verdad se ve atacada, se acaba falseando, mintiendo.
JD.: ¿Qué tres ideas clave daría a la hora de elaborar
un discurso?
SM.: Tal y como yo
lo veo, un discurso es una construcción intelectual con la que se pretende
poner en valor una serie de ideas que se van a transmitir a una audiencia.
Existe por tanto, una finalidad, por lo que mi primer consejo sería diseñar
un discurso coherente con el fin del mismo. Podemos hablar para
cambiar una idea, incitar a la acción, evitar otra acción, explicar algo, etc.
Debemos ser coherentes con el propósito del discurso.
Mi segundo consejo esadaptarnos a nuestra audiencia,
conocerla y saber integrarnos con ella, ser uno más de la tribu para resultar
ser más creíbles y, sobre todo, conocer sus necesidades, para poder saciarlas y
que finalmente se marche satisfecha. Es importante que una audiencia considere
que su tiempo ha merecido la pena.
En tercer lugar, les recomiendo que el contenido
obedezca a lo que los angloparlantes llaman KISS, ‘Keep It Short’, Simple. Ya
lo dice el refrán, lo bueno, si breve, dos veces bueno. En nuestra
sociedad, el tiempo es oro, y el público agradece los discursos que dicen mucho
en el tiempo preciso. Es un error habitual, pensar que cuanto más se habla más
se dice, y lo único que se logra es aburrir al personal. Debemos ir al grano y
emplear siempre que sea posible, un mensaje sencillo, directo.
JD.: Buenos
oradores españoles no políticos que le gusten especialmente.
SM.: La periodista Ana
Pastor era una excelente oradora en el manejo de las preguntas, lo
cual es todo un arte, y ella lo domina sin lugar a dudas. TambiénJosep
Guardiola era un gran comunicador, un claro ejemplo de comunicación
KISS, sencillo, directo con cierta falsa modestia que le evitaba entrar en
problemas mayores y con cierto dominio del escenario y de la retórica en las
respuestas a los periodistas. También me gusta mucho el analista financiero José
Carlos Díez, porque logra hacer comprensible una materia tan compleja como
la economía, y tal y como decía Einstein, seguro que su abuela le entendía.
JD.: Un
discurso para enmarcar.
SM.: A los ya
conocidos de Steve Jobs en la Universidad de Stanford como
paradigma del Storytelling, yo añadiría el de Salvador Allende en
la Universidad de México por su dominio del lenguaje emocional, y el de una
niña, Victoria Grant en el Banco central de Canadá, por ser un
claro ejemplo de dominio de la regla del 3, y del uso de las preguntas
retóricas
JD.: ¿Qué aconsejaría a aquellos que se quieran
dedicar a impartir formación en materia de oratoria?
SM.: Pues que
primero ellos sean un buen ejemplo de cómo hablar en público,
muchas veces me he llevado las manos a la cabeza al ver a formadores que eran
un claro ejemplo de lo que no se debe hacer. Segundo, que no sigan los
manuales, en muchas cosas están confundidos, porque quienes lo escribieron
jamás hablaron en público y solo se leen generalidades y obviedades, muchas de
discutible valor. Si nunca han hablado en público, que no den clases de
cómo hacerlo, porque eso se nota. Y tercero, que la clase sea lo
más práctica posible.
JD.: Un buen libro sobre oratoria.
SM.: ‘Retórica’, de
Aristóteles.
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Aunque la siguiente entrevista tiene
ya unos meses sobre sus espaldas, la verdad es que merece la pena que la veáis,
es realmente interesante. En ella, Santiago Martínez nos habla
de comunicación política en estado puro.
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