Sic et Non

25 de octubre de 2010

"En el punto de mira": Ángel Espadas. Santiago Siete, 1/10/2010


LA ADAPTACIÓN AL MEDIO

En el mundo de la retórica es conocido un hexámetro técnico, el hexámetro de Mathieu de Vendome (s. XII), que establece las circunstancias que siempre deben tenerse en cuenta cuando se habla de un tema, y que responden a las siguientes preguntas quis, quid, quibus auxiliis, cur, quo modo y quando? (quién, qué, con qué ayuda, porqué, cómo y cuándo), posteriormente se añadió el ubi (dónde).

Esto ha generado la base de la narración periodística y de la oratoria moderna, ya que estas circunstancias operan en la elaboración del discurso, en su preparación, y en su ejecución. Por tanto, el buen orador debe saber adaptar no solo su discurso, sino también su persona a variables como la audiencia, el tema del que se va a hablar, el objetivo de la intervención, el cómo se va a hablar y a intervenir, y el lugar o escenario en que va a hacer todo esto.

Uno de los problemas más habituales en muchos oradores (sobre todo en políticos) es la no adaptación a uno o varios de estos parámetros.

Es el caso del concelleiro del grupo popular Ángel Espadas, que posee grandes cualidades comunicativas, pero no las domina por igual en todos los escenarios o medios (ubi) posibles para un político.

Así, en las entrevistas se caracteriza por emplear un vocabulario apropiado y variado, un buen tono de voz (que debe modular para no parecer monótono cuando se extiende demasiado en una respuesta), un lenguaje kinésico (gestos) correcto, usa acertadamente la técnica de plantear preguntas al entrevistador o a los telespectadores, lo cual ayuda mucho a interiorizar un argumento al televidente u oyente.

Eso sí, debe evitar cierta muletilla que repite demasiado al inicio de sus respuestas, el ”yo creo que…”. Además, ese verbo a veces es incongruente con el mensaje, pues cuando se está denunciando un hecho no debe haber suposiciones sobre el mismo, y por el contrario han de usarse verbos más contundentes, de afirmación, de denuncia.

Todo esto ayuda a dar una imagen de comunicador solvente, pero es una imagen que se ve debilitada en otro escenario, los debates, y en los que debería trabajar más su repentina sequedad bucal, que le hace realizar gestos con la lengua nada telegénicos en televisión. También lee demasiado cuando aporta evidencias (cosa que no hace en entrevistas), y la técnica de lanzar preguntas a los adversarios tiene el riesgo de que sepan responderlas, y en el argot de debate a eso se le llama realizar concesiones, y él suele hacer alguna que otra.


Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”

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