Comentaba acerca del nuevo alcalde, en mi
última columna de “En clave política”, que su
decisión de prescindir de Ángel Espadas como director de gabinete, no por
esperable, dejaba de ser inteligente.
Era y es importante, para su
gobierno municipal, desvincularse lo máximo posible de cualquier cosa que le
asocie al defenestrado Conde Roa. Ya que la oposición, en buena lógica,
aprovecharía para usar la estrategia de asociar a Ángel Currás con el ex regidor.
Estas semanas, diariamente
observamos cómo los dos principales partidos locales andan a vueltas con la
polémica Finca do Espiño.
Pero como apasionado de la
comunicación y la estrategia política que soy, tiendo a ver en toda esta
controversia urbanística, claras señales de que ambos partidos están desnortados
por motivos diferentes.
A raíz de toda esta polémica, el nuevo alcalde
ha decidido seguir realizando una aparente oposición a la oposición. Ya hace
unos meses apuntaba, también aquí, que esta técnica empleada por Conde Roa,
permitía reforzar en la ciudadanía la debilidad del rival, puesto que el PSOE
local no había asimilado aún el resultado electoral; y ellos mismos le
facilitaban al alcalde el que apuntase siempre al mismo muñeco, a Bugallo.
Pero a estas alturas, el
contexto ha cambiado, y no parece que esa sea la estrategia más adecuada. Ya
que al final, va a resultar cierta la
frase “ha cambiado el capitán, pero no la nave”.
Pero tampoco los socialistas
locales están demostrando reflejos suficientes en esta agria situación.
Deberían observar que, manteniendo las mismas caras de antaño, le facilitan al
gobierno local la crítica continua por su anterior gestión.
Esto no sería tan
fácil si enfrente hubiera un equipo nuevo. Además, cuanto más tiempo pasan sin
renovarse, menos tiempo tienen para dar a conocer un nuevo proyecto que la
agrupación socialista necesita en Santiago.
Aunque se haya perdido las
elecciones por poco, eso no debe ser argumento para pensar que se puede
recuperar la alcaldía. Los socialistas compostelanos deben buscar esas caras
nuevas que eviten en adelante nuevas polémicas como la Finca do Espiño, caras
nuevas con las que poder imponer sus temas en la agenda local.
Estoy bastante de acuerdo contigo en la necesidad que tiene el partido socialista de poner al frente caras nuevas con las que imponer su temas en la agenda local, pero creo que alguien vinculado con el gobierno anterior también pude ponerse al frente de ese equipo. Porque lo que se hace preciso es que se echen a un lado las cabezas visibles, no todos aquellos que han aportado su modelo de ciudad al proyecto socialista en Compostela.
ResponderEliminarHola Timoteo.
ResponderEliminarMe refería en mi artículo a un cambio de las caras más visibles ahora, y dejar paso a otros no tan visibles. De eso se trata, de posibilitar su visibilización.
En el fondo decimos lo mismo. Si lees entre líneas, cuando digo que no se deben apartar a todos los que han aportado su modelo de ciudad al proyecto socialista, me refiero a la misma posibilidad de visibilización que te haces tú, pensando en clave de futuro en una persona muy determinada.
EliminarEs cierto que en el PSG local ahora mismo hay en potencia un buen candidato/a, y así lo avalan los sondeos.
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