El Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de abril, refleja una reducción de tres puntos en la ventaja que disponía el PP sobre el PSOE.
Una lectura rápida nos puede hacer pensar que, por tanto, los recortes pasan factura al gobierno. Pero a mí me resulta chocante que esto sea así apenas pasados tres meses desde el inicio de los recortes. Ya que por todos es sabido que la mayoría de los votantes del PP asumían como necesarias esas políticas de austeridad y de “ajustes” presupuestarios.
Luego, que ahora se proceda a poner en práctica lo que ya se sabía, solo podría sorprender a unos pocos.
Todo esto me hace pensar que la causa del desgaste de Rajoy y de su gobierno se debe más bien a la mala gestión y mala comunicación de sus medidas. Y varios pueden ser los factores:
1. La gente empieza a percibir que la austeridad per se no es la panacea para los males económicos que nos aquejan, y que incluso puede agravar la actual crisis. De hecho es una realidad que ha cogido a muchos líderes con el pie cambiado, y ahora parece que pretenden cambiar de pareja de baile al son marcado por F. Hollande.
El problema es que en algunos casos, la austeridad ha sido tan enaltecida, que ahora cambiar de discurso empieza a sonar incoherente y oportunista. Me refiero al que, para sus propios compañeros de partido, es considerado el padre de la criatura en España, el señor Feijoo.
2. En situaciones de crisis, y ésta es una continuada y profunda. De un líder se espera que dé la cara y asuma el control. La tribu espera a que el gran jefe coja el toro por los cuernos. Rajoy no lo hizo. Al contrario, asistimos atónitos a cómo escapaba de las cámaras en más de una ocasión.
Por el contrario, muchas de las noticias que los ciudadanos han tenido sobre las medidas de ajuste han sido adelantadas o conocidas por medio de filtraciones, unas veces intencionadas y otras veces no. Recordemos los micros abiertos en el caso del Presidente y de su Ministro de economía.
3. Una de las cosas que más se criticaba a ZP era su improvisación y la falta de una línea común de acción en su gobierno. Y estos meses hemos observado declaraciones contradictorias entre varios ministros, como el caso de Montoro y De Guindos.
Por un momento nos pareció vivir un déjà vu. Asistiendo así a un ejercicio de improvisación acerca de cifras del déficit, el estado de las cuentas, el IVA, la supervisión de Bruselas, la reforma financiera…
4. Y tal vez, el error más grave. Haber tocado la fibra sensible, haber estimulado el pulso emocional de muchos ciudadanos. Todos, voten a quien voten, reconocen que la causa de la actual crisis global fueron las malas decisiones tomadas por la banca y por los sistemas reguladores y de control.
Por lo cual, es un error estratégico enorme, el poner una cifra de 10.000 millones de euros para el recorte en educación y sanidad, pilares de cualquier estado de bienestar, y semanas después hablar de una reforma financiera, oscurecida por la noticia de una probable inyección de capital en Bankia por valor de cerca de… ¡¡¡10.000 millones de euros!!!
El Gobierno de España podrá hacer toda la labor didáctica y comunicativa que quiera; pero ya han cometido un fallo de difícil corrección. La realidad es la que se percibe. Y los ciudadanos perciben que se les exige apretarse el cinturón, mientras que el sistema financiero una vez más, es rescatado con dinero público por su mala gestión privada. Eso es lo que perciben los ciudadanos.
Si Rajoy decide “intervenir” Bankia, eso supondrá reforzar esta percepción, y provocará pérdida de apoyos incluso entre sus electores. No olvidemos que muchos votos fueron obtenidos por la vía del descontento a un gobierno anterior. Y el que se descontenta una vez, se descontenta dos veces también.
Pero el PSOE no debería frotarse las manos con esta situación, que ahora le beneficia, al igual que en su momento le perjudicó.
Debieran analizar bien este Barómetro del CIS. Deberían darse cuenta de que difícilmente podrán pescar en río revuelto todo lo que deberían. ¿Acaso no perdieron las elecciones estrepitosamente por presentar un candidato que fue partícipe de un gobierno quemado y denostado?
Hoy siguen pagando aquella mala decisión, pero también sufren el haber seguido apostando a caballo perdedor. Ya que así lo decidieron en sus recientes primarias.
Haber revalidado a Rubalcaba hace meses, supone ahora deslegitimar cualquier mensaje de crítica al actual gobierno, puesto que le persigue la sombra de ZP. Y aunque la realidad pudiera parecer que en el debate electoral le dijo a Rajoy lo que este iba a hacer, y no se equivocó ni un ápice. Y aunque la realidad pueda parecer que Rubalcaba ya advirtió a sus votantes y estos no le hicieron caso... por mucho que el PSOE realice ingeniosos vídeos como este. (Personalmente me parece muy bueno desde el punto de vista de la comunicación política)
La realidad que se percibe es que Rubalcaba no es la persona idónea para liderar un proyecto alternativo.
Y si no me creen, vayamos al terreno de las percepciones de la gente. Cojamos el Barómetro.
Rajoy genera "mucha o bastante" confianza en un 26,2 por ciento de los encuestas, mientras que Rubalcaba se queda en el 18,4 por ciento. Pero lo más grave para los socialistas es que además cosecha más recelos: ocho de cada diez ciudadanos aseguran tener poca o ninguna confianza en él, una cifra que en el caso de Rajoy se queda en el 71,8 por ciento.
Lo dicho, así difícilmente el PSOE puede ser una alternativa real que se aproveche de las crecientes brechas del Gobierno.
Buen análisis Santi! Será porque no hay elecciones a la vista?
ResponderEliminarA.Barco
Gracias Alberto. Hoy en día las campañas duran 4 años! es lo que se denomina la campaña perpetua. Un abrazo.
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